La modalidad 40 del IMSS, conocida como Continuación Voluntaria al Régimen Obligatorio, es un esquema que brinda a los trabajadores el derecho de realizar aportaciones por cuenta propia con el objetivo de mejorar su promedio salarial y, por ende, incrementar su pensión.
Es importante recordar que la modalidad 40 está dirigida a aquellos trabajadores que no están actualmente cotizando en el régimen obligatorio del IMSS, es decir, aquellos que no cuentan con un patrón que realice las aportaciones correspondientes.
Por qué se pierde el derecho a Modalidad 40:
La principal causa por la cual se pierde el derecho a la modalidad 40 es la falta de cumplimiento de un requisito básico: haber cotizado al menos 52 semanas de trabajo en los últimos 5 años con un empleador.
Lamentablemente, algunas personas interpretan erróneamente que tienen un plazo de cinco años para inscribirse, lo que conlleva a darse cuenta tarde de que no cumplen con las 52 semanas de trabajo requeridas en un periodo de no más de 5 años.
Es fundamental tener en cuenta que estas 52 semanas cotizadas con un empleador en los últimos 5 años no tienen que ser consecutivas, es decir, se pueden acumular en diferentes periodos en caso de no haberlas completado en un solo empleo.
La ley del Seguro Social establece 52 semanas en los últimos cinco años, pero no especifica que deben ser de manera continua.
Es de vital importancia desarrollar con anticipación una estrategia para la jubilación a través de la modalidad 40 del IMSS.
Esta modalidad permite cotizar periodos según la capacidad de cada individuo, por lo que no es necesario pagarla durante cinco años completos.
En Debate hemos brindado ejemplos de cotización con la modalidad 40 utilizando tan solo un año. Mediante una adecuada combinación de salario, edad y semanas cotizadas, es posible mejorar significativamente la pensión a recibir.
Otra causa común de perder la oportunidad de inscribirse en la modalidad 40 es perder la conservación de derechos ante el Instituto Mexicano del Seguro Social.
Es importante tener en cuenta que, al momento de pensionarse, la densidad de semanas cotizadas es un factor determinante, incluso si se trata de un salario bajo.
En escenarios donde se cuentan con muchas semanas cotizadas, la inversión en la modalidad 40 resulta más fructífera, ya que tiene un mayor impacto en la pensión final.
Si una persona ha dejado de trabajar durante más 4 años y está considerando inscribirse en la modalidad 40, es muy probable que ya no cumpla con el requisito de las 52 semanas cotizadas en los últimos cinco años.
Por lo tanto, si se tiene la intención de jubilarse a través de este esquema, no se debe esperar más de 3 años y medio desde que se dejó de cotizar en el régimen obligatorio.
De esta manera, se contará con suficiente tiempo para realizar los trámites necesarios y definir una estrategia de pensión adecuada. De lo contrario, se perderá el derecho de inscribirse en la modalidad 40.
Adicionalmente, debe saber que su estrategia de pensión se debe definir en base a su edad, su densidad de semanas cotizadas y la cantidad de dinero que tiene capacidad para invertir, por los años, sea no o los cinco, que decida pagar su modalidad 40.
Con información de Debate
