Después de dos años por fin la Subsecretaría de Derechos Humanos del Gobierno Federal, decidió otorgar la alerta de Género para los municipios más violentos del estado de Chihuahua, sin embargo esto viene junto con una serie de recortes al presupuesto que el gobierno de AMLO destina para la protección de las mujeres.
Es decir, llega tarde y sin lana, panorama no muy alentador para la lucha en contra de la violencia de género, y es que se antoja difícil pensar que en un estado gobernado por un misógino como lo es Javier Corral, quien repudia la idea de ver a una mujer llegar al poder, o en un país con un presidente, que extingue todos los apoyos a las madres y amas de casa, argumentando que es obligación del hombre proveer a las “chachas”, -así ve a las amas de casa-, es difícil que este tema tenga avances reales.
Es triste ver como se retrocede en temas tan fundamentales como es la violencia de género y los abusos contra las mujeres, y lamentablemente las feministas chihuahuenses sólo saben despotricar en los quemones que le dan a la gente en las redes sociales, o en las marchas sin fundamento, en donde se enseñan los senos y se rayan paredes; mismos grupos feministas que brillan por su ausencia cuando realmente se trata de trabajar por las mujeres.
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Muy guapos y melosos se les vio a los diputados electos del PAN, Mario Vázquez y Daniela Álvarez, quienes se reunieron para festejar el cumpleaños de quien será el próximo coordinador de la bancada del PAN en el Congreso del Estado.
Y es que no es un secreto que Mario Vázquez y Daniela Álvarez, tiene una relación sentimental que ha trascendido por años, las broncas que hay al interior del partido; en esta ocasión no sólo celebran un cumpleaños, sino que los dos los tuvieron excelentes resultados en la pasada contienda, pues Mario llega al congreso local y Dany se va hasta San Lázaro.
En hora buena para ambos, que sigan disfrutando pero que no descuiden la pelea que se les viene encima, pues los dos han toreados a Javier Corral y seguramente están en la lista de las vendettas del aún mandatario estatal.
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El asesinato de Paulino Rodríguez Palacios, coordinador de los programas del Bienestar en el municipio de Buenaventura, viene a dejar al descubierto el poder de los grupos criminales en el estado de Chihuahua, así como la ineficiencia e ineficacia de las acciones de seguridad que han implementado el presidente López Obrador y el gobernador Javier Corral.
Paulino era un servidor de la nación que fue sacado de su casa por un comando fuertemente armado, posteriormente fue asesinado a sangre fría frente a su familia; para la ciudadanía esto es el pan de cada día, pero el hecho de que figuras de autoridad se encuentren también a expensas de la balas, deja mucho que desear de la seguridad en la entidad.
Mientras Javier Corral y el fiscal César Peniche se hacen de la vista gorda para no irse del Gobierno Estatal más manchados de lo que ya están, la gente sigue muriendo y mientras Obrador impulsa su política de abrazos y no balazos, los líderes criminales engordan sus arsenales y reclutan a más chavitos, esos jóvenes que no los mueve el dinero, sino el sentido de pertenencia en una narcocultura que cada día se fomenta más y más tanto por las propias instituciones, como por los padres de familia, gobiernos, medios de comunicación y la sociedad en general.
