El general que venció a el Chapo Guzmán en Guatemala y después fue acusado de corrupción

El nombre de Otto Fernando Pérez Molina no resulta familiar en el tema del narcotráfico en México; sin embargo, en 1993, un año determinante para la vida de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera, se encargó de asestar uno de los golpes más duros al entonces naciente cabecilla de la droga.

Pérez Molina era un militar distinguido de Guatemala, país vecino de México, cuando ordenó montar un operativo con elementos élite del Ejército para aprehender a un traficante que se abría paso en el mundo del trasiego de drogas ilegales a nivel internacional.

De acuerdo con Olga Wornat, en su libro “Felipe, el Oscuro”, el militar en retiro jamás dimensionó que aquella noche del “8 o 9 junio” de 1993, en realidad estaría deteniendo a quien en las siguientes décadas fundaría el Cártel de Sinaloa y sería el hombre más buscado por las fuerzas estadounidenses.

El Chapo Guzmán fue considerado el criminal más peligroso para EEUU (Foto: REUTERS / Henry Romero)El Chapo Guzmán fue considerado el criminal más peligroso para EEUU (Foto: REUTERS / Henry Romero)

En junio del 93, Guatemala se encontraba sumergida en una tensión política profunda, pues el 1 de ese mes fue derrocado, a través de un golpe de Estado, el entonces presidente Jorge Serrano Elías y reportes de inteligencia guatemalteca ya habían señalado, meses atrás, que una organización dedicada al tráfico de drogas proveniente de México estaba sobornando a miembros de las fuerzas armadas para llevar sus productos de El Salvador a Estados Unidos.

Conforme una entrevista que estableció la periodista con el general, cuando Pérez Molina era el jefe de la División de Inteligencia Militar del Estado Mayor de la Defensa recibió el aviso de que “unos mexicanos andaban ofreciendo plata en la frontera con El Salvador a cambio de mirar hacia otra parte para ingresar sus cargas”.

Para aprehender a los mexicanos, el estratega guatemalteco instruyó a uno de sus tenientes aceptar los sobornos de los criminales, para que ellos confiaran en él. Pérez Molina reconoció que movían cantidades impresionantes de dinero, entre USD 50,000 y 30,000 a la semana. Hasta que un día, después de cinco meses de investigaciones, vieron la oportunidad de arrestar a el Chapo y lo consiguieron sin presentar ni una sola baja.

El general Pérez Molina fundo los Kaibiles, la fuerza élite de Guatemala (Foto: AFP) El general Pérez Molina fundo los Kaibiles, la fuerza élite de Guatemala (Foto: AFP)

El general, que posteriormente sería presidente de Guatemala negó la versión mexicana que refería que hubo un seguimiento de las cuentas bancarias de Guzmán Loera.

“No hubo tarjetas de débito o de crédito. Un día, el teniente me avisa que tal fecha iba a entrar una carga muy importante. Allí armé el operativo. Trasladé al teniente a otra zona y envié al lugar al grupo de élite dedicado al narcotráfico. A las 23:30 del 8 o 9 de junio de 1993, lo esperamos. Apenas cruzó la frontera desde El Salvador, le salimos a la carretera, eran varias camionetas. No se resistió, ni sacó las armas. Dijo: ‘Soy el Chapo Guzmán’ y nada más. Lo trasladamos a una unidad militar, y ahí avisamos al Gobierno de México”.

Durante el relato, el militar declaró que el criminal traía una tonelada de cocaína, negó las acusaciones de que el personal militar de Guatemala lo torturara para sacarle recursos no documentados y finalmente reconoció la importancia de su arresto.

El capo mexicano fue condenado en EEUU y pasará el resto de su vida encerrado en una celda estadounidense (Foto: Reuters)El capo mexicano fue condenado en EEUU y pasará el resto de su vida encerrado en una celda estadounidense (Foto: Reuters)

“No quería tener aquí a este personaje, demasiados problemas teníamos con otros narcos. Cuando lo detuvimos, me enteré de quién era y de su importancia. Para mí no era un capo famoso como Amado Carrillo Fuentes o Pablo Escobar. ¡En México ofrecían un millón de dólares por su cabeza!”, se lee en el libro prohibido por el ex presidente Felipe Calderón.

Sin embargo, la importancia de este arresto es relativa, pues de acuerdo con Luis Astorga, también entrevistado por la autora, “El Chapo es un mito creado y engrandecido por Estados Unidos y por los medios. Ni es el más poderoso del planeta, ni el enemigo número uno. Cuando llegue la hora, lo encuentran, le cortan la cabeza y lo eliminan, y automáticamente alimentan el nacimiento de otro, que justifica los presupuestos millonarios de las agencias de inteligencia, pero el negocio continúa funcionando. Por eso la guerra de Calderón es contraproducente, porque está basada en una falsa estrategia, y el negocio de drogas seguirá funcionando”.

Actualmente, Pérez Molina está recluido en la prisión de la base militar Mariscal Zavala por su presunta responsabilidad de corrupción y lavado de dinero en el caso conocido como La Línea. De igualforma, tiene varios señalamientos por violación de los derechos humanos durante sus años de general.

Con información de Infobae