Caída en crédito al consumo refleja desempleo y baja de ingresos: BBVA

Ciudad de México.- Para BBVA Research, el área de estudios económicos del banco, el desempeño a la baja que han mostrado los créditos al consumo y a la vivienda en los últimos meses, empiezan a reflejar el impacto negativo de la pérdida de empleos formales y la disminución del ingreso por parte de las familias.

Y no sólo eso. Hacia adelante la institución anticipa un panorama poco favorable para el desempeño de la cartera de crédito al consumo, que podría registrar una caída más profunda y sostenida de acentuarse la pérdida de fuentes de ingresos para los hogares, además de que podría mostrar una lenta recuperación al no alcanzarse los niveles de ingreso previos a la pandemia y ante la mayor incertidumbre asociada a la situación económica futura.

En un “flash bancario” elaborado por sus economistas Iván Martínez y Mariana Torán, BBVA Research detalla que en junio del 2020, el saldo del crédito vigente total otorgado por la banca comercial al sector privado creció a una tasa anual nominal de 6.5% (3.0% real), menor a la observada el mes previo, de 8.3% y a la de 8.5% registrada  un año antes.

Sin embargo, precisa el documento, el crecimiento de la cartera total se apoyó nuevamente por el crédito a empresas; mientras que el crédito al consumo agravó la desaceleración que se viene observando desde octubre del 2019 y registró por segundo mes consecutivo una contracción en términos nominales.

BBVA Research puntualiza que en junio del 2020 la variación anual nominal del saldo de la cartera de crédito al consumo fue de -3.2% (-6.3% real), lo que fue más pronunciado que el  -1.5% del mes previo y que el 6.2% de junio del 2019.

Detalla que la pérdida de dinamismo fue generalizada entre los distintos segmentos que integran esta cartera, registrándose las caídas más marcadas en los saldos de tarjetas de crédito y de créditos personales, lo que, a decir de la institución bancaria, empieza a reflejar el efecto negativo de la pérdida de empleos formales y la disminución del ingreso de las familias.

El documento explica que el crédito otorgado a través de tarjetas registró una variación anual nominal de -7.0% (-10% real), contracción más profunda a la registrada el mes previo cuando fue de -5.6%, y situándose en niveles similares a los registrados en octubre del 2010, cuando la caída nominal fue de 6.8 por ciento.

“Este resultado refleja el débil desempeño del consumo privado, cuyo indicador desestacionalizado en mayo del 2020, registró una contracción a tasa anual de -24.8%, el nivel más bajo registrado desde que se cuenta con información para este indicador (1994). En este sentido, las medidas de confinamiento, la pérdida de empleos y una mayor cautela de los hogares ante la incertidumbre de la situación económica futura, continúa limitando la recuperación del consumo de los hogares”, señala.

En el caso de los créditos de nómina y personales, en junio registraron una tasa de crecimiento nominal de 0.8 y -6.4% respectivamente (-2.5 y -9.4% real).

“La pérdida de dinamismo en estos segmentos, refleja la desaceleración que se ha observado en la generación de empleos formales, situación que podría deteriorarse conforme empiecen a impactar las fuertes reducciones que ya se han reportado en el empleo formal”.

Vivienda mantiene ritmo, pero saldo podría desacelerarse

BBVA Research agrega que en junio, el crecimiento anual nominal del saldo de la cartera de crédito vigente a la vivienda fue de 9.0% (5.5% real), ligeramente menor al mes previo y al de junio del 2019 cuando fue de 10.6 por ciento.

Destaca que la cartera de crédito hipotecario no ha reflejado aún un choque abrupto en su desempeño, manteniendo tasas de crecimiento nominal cercanas a 9% en los últimos cuatro meses.

Sin embargo, aclara que por el impacto rezagado con que la generación de empleo formal afecta esta cartera, se espera que el crecimiento del saldo continúe su desaceleración e incluso se profundice ante la fuerte pérdida de empleos formales registrada a partir de abril del 2020.

“Las dificultades para mantenerse al corriente de sus pagos por las pérdidas de empleos formales aunado a una caída en el poder de compra de los hogares, reducirán la cartera vigente y también podría hacer más cautos a los potenciales acreditados para contratar financiamiento de largo plazo como el hipotecario”.

Agrega que la incertidumbre respecto al flujo esperado de ingresos y una lenta recuperación del empleo formal, podría retrasar la recuperación de la cartera hipotecaria, aún con tasas de interés que podrían alcanzar mínimos históricos.

Crédito a empresas pierde impulso

El documento menciona que en junio la tasa de crecimiento anual nominal del crédito a empresas fue de 9.5% (6.0% real), lo que refleja el efecto contable de la valuación del tipo de cambio, pero precisa que el impulso que dio el uso de las líneas de crédito para afrontar necesidades de liquidez, ha disminuido de forma significativa.

“Esta acumulación de disponibilidades para solventar sus gastos de operación, aunada a la profundización en la caída en la inversión anticipan una menor demanda de financiamiento por parte de las empresas”, enfatiza.