Francia implementó éstas medidas contra el Covid-19

Confinamiento domiciliario obligatorio, aplicación de multas en caso de salir de casa sin motivo justificable, cierre de escuelas y de fronteras son parte de la estrategia de Francia contra el COVID-19.

A inicios de marzo, las autoridades francesas anunciaron un plan de cuatro etapas para enfrentar la crisis del coronavirus, que no incluían el confinamiento ni el cierre de las escuelas. Sin embargo, debió modificarse ante la alza de casos y muertes en Europa.

El país estuvo en la primera fase del plan epidémico hasta el 27 de febrero, la cual consistió en retrasar la llegada del virus al apartar a las personas provenientes de áreas de riesgo. Se les realizaban pruebas y, en caso de salir positivas, se rastreaba su actividad para identificar a otros posibles portadores.

La fase dos se centró en frenar la propagación, atendiendo los focos de contagio. En estas áreas se cerraban las escuelas, se limitaban los viajes y se implementaba el home office de ser posible. También se cancelaban eventos masivos y manifestaciones. Además, se prepararon para un posible avance generalizado de la enfermedad.

El gobierno había asegurado que durante la etapa tres el país no iba a detenerse, ni se cerrarían las escuelas o la gente dejaría de ir a trabajar. “Los metros continuarán funcionando hasta nuevo aviso; el transporte público continuará funcionando hasta nueva orden. La vida en el país no se detendrá debido al coronavirus. La transición de un departamento a otro no nos debería preocupar”, declaró el primer ministro Édouard Philippe.

Sin embargo, se debieron implementar medidas de aislamiento social que recientemente se ampliaron hasta el 11 de mayo, pues Francia se posicionó en el cuarto lugar con mayor cantidad de muertes y casos positivos a nivel mundial; tercero en Europa, solo detrás de Italia y España.

Los franceses no pueden salir de sus casas excepto para ir a trabajar, comprar productos esenciales en tiendas autorizadas, ir a citas médicas, llevar a los niños a la guardería, cuidar de enfermos, hacer ejercicio a una distancia no mayor de un kilómetro de su casa y hasta por una hora, ir a la corte o participar en misiones solicitadas por las autoridades.

Cada vez que salgan deberán llenar un formato impreso o hecho a mano con tinta indeleble y presentarlo a las autoridades. El documento incluirá qué actividad realizarán, la fecha, horarios y su firma. También puede llevarse de manera digital en el celular. Si la persona hará un viaje de negocios, su trabajo tendrá que presentar otro archivo.

En caso de no respetar el confinamiento, se multará por hasta 135 euros (3,606 pesos). En caso de reincidir en menos de dos semana subirá a 200 euros (5,343 pesos). Por tres delitos en menos de treinta días se levantarán cargos y la persona deberá pasar hasta 6 meses en prisión y pagar 3,750 euros (100,166 pesos).

Las fronteras permanecen cerradas, pero los ciudadanos franceses y de la Unión Europea o del Reino Unido podrán entrar al territorio, junto con sus esposas e hijos, para viajar a sus casas. Pero se necesitará llevar certificado.  Personas de otros países no podrán entrar, excepto si tienen su residencia permanente en Francia.

Las escuelas de educación preescolar, primaria y secundaria permanecerán cerradas hasta el 11 de mayo y las universidades no abrirán antes de las vacaciones de verano. Además, el gobierno requisó todas las existencias de cubrebocas y máscaras protectoras y se encargará de distribuirlas entre la población más necesitada.

En la cuarta fase, las medidas de desconfinamiento serán graduales y el primer ministro aseguró que “la vida no será exactamente la misma que antes”. En París, se entregarán masivamente cubrebocas de tela reutilizables y se colocarán estaciones con gel antibacterial en las calles. También se prepararán para un posible resurgimiento de brotes.

Con información de Vanguardia.