La diputada María Verónica Agundis Estrada (PAN) sostiene que para combatir la corrupción, es necesario crear mejores ciudadanos que desde edad temprana tengan la capacidad de discernir entre acciones correctas e incorrectas, sin vicios, que privilegien la cultura de la transparencia, la rendición de cuentas y el apego a la legalidad.
Añadió que esta nueva generación de ciudadanos contribuirá a disminuir la discrecionalidad de funcionarios, con procesos transparentes impulsados por valores éticos contra actos corruptos.
Apuntó que para lograr este cambio la educación juega un papel fundamental en las sociedades, pues es la vía de transmisión de técnicas culturales y de comportamiento humano, es decir, es el medio que dota a la ciudadanía de virtudes cívicas y equilibrios que permiten la armonía social.
Por ello, la legisladora propone reformar el artículo 8 de la Ley General de Educación, a fin de que entre los criterios que orientan a la educación que el Estado y sus organismos descentralizados imparten en los niveles de enseñanza básica, se incorpore la importancia de la lucha contra la corrupción.
Detalló que la iniciativa, turnada a la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos para su análisis, refiere que si bien es cierto no existe una fórmula básica para acabar con las acciones que corrompen, el sistema de enseñanza debe ser un instrumento que permita reducir su riesgo, mediante mecanismos preventivos como la incorporación de materias cívicas y éticas que incidan en el comportamiento.
Recordó que los legisladores se dieron a la tarea de crear el Sistema Nacional Anticorrupción, un conjunto de instituciones con autonomía propia, constituido por un Consejo Nacional para la Ética Pública, un Comité Coordinador y uno de Participación Ciudadana, cuyo objetivo es la promoción de la integridad de las personas.
Además, México ha signado convenciones para Combatir el Cohecho de Servidores Públicos Extranjeros en Transacciones Comerciales Internacionales, de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE); la Interamericana contra la Corrupción, de la Organización de Estados Americanos (OEA) y la de las Naciones Unidas contra la Corrupción (UNCAC).
“Es indudable que la corrupción es el lastre mundial que día a día gana terreno en todos los ámbitos, la cual lacera la economía y merma la calidad de vida de los ciudadanos”, indicó la diputada.
Agundis Estrada consideró que de aprobarse la iniciativa que impulsa se lograría comenzar por el principio básico de la reconstrucción del tejido social, sus valores y el sentido pedagógico de la educación cívica como una de las principales herramientas.
“Cuando las personas ven un comportamiento ético y responsable en aquellos que viven a su alrededor o que ocupan puestos de responsabilidad, es muy probable que deseen imitarlos”, concluyó.