Madrea indica que el acusado planificó dejar a sus hijos al cuidado de su familia la tarde previa al crimen para “estar a solas con la víctima antes, durante y después de darle muerte”.
BUENOS AIRES, Argentina.-Un hombre que cometió un brutal asesinato contra su pareja en Argentina, se enfrentará a un juicio oral.
Según Infobae, Waldo Servián Riquelme, de 33 años, en marzo del año 2019, mató a Mirtha Liliana González Ayala, que tenía 37 en ese momento.
El acusado desmembró el cuerpo de la madre de sus hijos, cocino algunas partes y comió de ella, según las autoridades.
El aquí acusado la mató, la descuartizó, la afeó, la desechó en una cloaca pretendiendo eliminar hasta la mas mínima imagen femenina”, señaló el fiscal que investigó el hecho, Andrés Madrea.
El impactante caso sucedió entre el 15 -último día en que fue vista por testigos- y el 16 de marzo de 2019 en la vivienda que ambos compartían, situada entre las casas 108 y 112 de la Manzana 110 del Barrio San Martín, de la Villa 31 bis de la Capital Federal.
Esta era Liliana González, la mujer de nacionalidad paraguaya hallada descuartizada en su casa de la villa 31 de Retiro. Por el femicidio buscan a su pareja, Waldo Servian Riquelme.
Fue la cuñada de la víctima quien alertó a las autoridades de que no sabía nada de la mujer, y es que le habían dejado al cuidado a los dos hijos, uno de 8 y otro de 11.
Ya los agentes dentro de la casa descubrieron el horror: un cuerpo desmembrado en 35 partes.
Madrea indica que el acusado planificó dejar a sus hijos al cuidado de su familia la tarde previa al crimen para “estar a solas con la víctima antes, durante y después de darle muerte”.
“El descuartizamiento, rapado, extracción de los pabellones auriculares, cocción y entrega de los restos (…) no solo dan cuenta de la aparente intención de deshacerse de todo ello en pos de su impunidad, sino que ponen de destaco el odio y total menosprecio de quien fuera su concubina, con una destacada y singular pero calculada y sádica manifestación de ira”, opinó Madrea.
El cuerpo de González Ayala estaba completo en un 70 por ciento: nunca se supo qué pasó, por ejemplo, con el corazón o con los intestinos.
Con información de El Imparcial.
