Ciudad de México.- Todo parecía perfecto para el heredero o la heredera del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero tan rápido como despegó, la segunda economía más grande de América Latina ha comenzado a enfriarse. La desaceleración económica plantea serios desafíos para Claudia Sheinbaum, Xóchitl Gálvez o Jorge Álvarez Máynez, los candidatos presidenciales más destacados, quienes enfrentarán una economía debilitada si ganan la presidencia.
Desaceleración Económica y Políticas Fiscales
El próximo presidente de México deberá lidiar con una desaceleración económica intensificada por la desaceleración de la economía de Estados Unidos y las políticas expansivas de López Obrador. Durante el último año de su mandato, AMLO ha gastado significativamente en proyectos emblemáticos como el Tren Maya, programas de Pensiones para el Bienestar y aumentos salariales. Aunque estas iniciativas han sostenido el consumo y el crecimiento, también han contribuido a una alta inflación, impidiendo que el Banco de México (Banxico) reduzca las tasas de interés tan rápidamente como otros bancos centrales en la región.
El Impacto del Superpeso
El superpeso, aunque reflejo de una economía aparentemente fuerte, plantea riesgos significativos. La fortaleza de la moneda ha incrementado los costos para las empresas que se trasladan a México, ha hecho menos competitivas las exportaciones mexicanas y ha mermado el poder adquisitivo de las remesas. También ha contribuido a estancar el auge turístico del país. Felipe Hernández, economista para América Latina de Bloomberg Economics, explicó que “el peso está fuerte en parte porque las tasas son demasiado altas. Las tasas son altas porque la inflación es alta y una de las razones por las que la inflación es alta es porque la política fiscal es expansiva en un año en el que la actividad ya está por encima del potencial”.
Proyecciones de Crecimiento
Hernández proyecta que el crecimiento económico en México se desacelerará hacia el 2 por ciento durante el primer año del nuevo gobierno. “Esto es lo que heredará el próximo gobierno”, agregó, subrayando los retos económicos inmediatos que enfrentará el nuevo líder.
Desafíos Comerciales y Fiscales
El próximo presidente también deberá enfrentar la incertidumbre del nearshoring y su capacidad para suplantar a China como el principal socio comercial de EE. UU. La creación de empleos y negocios en México depende de la situación económica de Estados Unidos, Europa y, en menor medida, de China. Jonathan Ruiz Torre, en su columna de opinión, enfatiza que el próximo presidente tendrá la responsabilidad de mantener relaciones comerciales robustas.
Además, será necesario un ajuste fiscal para reducir los niveles de gasto, ya que este año se registrará el mayor déficit presupuestario desde la década de 1980. La inestabilidad en el suministro eléctrico, la limitada capacidad industrial, la escasez de agua y la crisis de seguridad pública también son factores que limitan la capacidad de México para atraer inversiones extranjeras.
Energías Renovables y Tecnología
La producción de energía será crucial, y el próximo gobierno deberá impulsar una estrategia en favor de las energías renovables como el sol, el viento y el hidrógeno. Otro reto estratégico será la integración del blockchain en el sistema financiero, un avance tecnológico que podría transformar la economía.
Perspectivas de Desaceleración
Una desaceleración económica en 2025 parece inevitable, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales. Gabriela Siller, directora de análisis económico de Grupo Financiero Base, señaló que el gasto público tiende a bajar en el primer año de gestión y que el nuevo gobierno tendrá que recortar el déficit, lo que limitará el margen fiscal para grandes obras de infraestructura y, por ende, afectará el crecimiento económico.
Aunque las expectativas para el consumo y la confianza del consumidor mexicano se mantienen fuertes, el próximo presidente enfrentará una serie de desafíos económicos que deberán ser abordados con políticas efectivas y estrategias innovadoras.
