Hallan evidencia que apunta a que dinosaurios y humanos pudieron haber convivido

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Una investigación reciente está poniendo en tela de juicio uno de los principios más sólidos de la paleontología: la creencia de que los humanos y los dinosaurios nunca coexistieron en la Tierra. Un estudio publicado en la revista Current Biology, titulado ‘A timescale for placental mammal diversification based on Bayesian modeling of the fossil record’, sugiere que nuestros ancestros pudieron haber caminado junto a los dinosaurios antes de la extinción masiva que marcó el fin de estos grandes reptiles.

Los científicos responsables del estudio utilizaron avanzadas técnicas estadísticas para examinar detenidamente el registro fósil de los mamíferos placentarios, un grupo al que pertenecen los seres humanos. Sus análisis indican que hubo un breve período de convivencia entre nuestros antepasados y los dinosaurios, sugiriendo que los mamíferos placentarios evolucionaron y se diversificaron en un mundo aún dominado por los dinosaurios.

“Los mamíferos placentarios se originaron antes de la extinción masiva del Cretácico-Paleógeno (K-Pg), desde el Cretácico Superior hasta el Jurásico”, señala el estudio. Esto implica que la diversificación de estos primeros mamíferos comenzó antes de la gran extinción, lo que contradice la creencia común de que los mamíferos solo proliferaron después de la desaparición de los dinosaurios.

Aunque los fósiles de mamíferos placentarios de esta época son escasos y suelen ser de tamaño reducido, el equipo de investigación logró estimar con precisión cuándo comenzaron a evolucionar estos grupos, revelando información crucial sobre la historia evolutiva humana.

“La divergencia de linaje debe ocurrir antes de que pueda manifestarse fenotípicamente en linajes descendientes. Esto, combinado con la falta de uniformidad de los registros de rocas y fósiles, requiere que el registro fósil sea interpretado en lugar de leído literalmente”, se menciona en el estudio.

Este hallazgo no solo desafía nuestra comprensión tradicional de la historia de la vida en la Tierra, sino que también sugiere nuevas direcciones para futuras investigaciones en paleontología y biología evolutiva. La posibilidad de que humanos y dinosaurios pudieran haber coexistido, aunque sea brevemente, abre un nuevo capítulo en la exploración de nuestro pasado evolutivo y en la manera en que entendemos la historia de la vida en nuestro planeta.