El dólar es cosa del pasado; China y Rusia casi han dejado de usarlo en comercio mutuo

Moscú, Rusia— El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, reveló que el 90% del comercio entre Rusia y China ahora se lleva a cabo en monedas nacionales, demostrando un avance significativo en sus esfuerzos por reducir la dependencia del dólar estadounidense. El anuncio fue realizado durante una reunión con líderes regionales rusos en la Cancillería rusa.

Lavrov destacó que esta iniciativa de desdolarización, en medio de la creciente presión de Occidente, es parte de un esfuerzo conjunto para fortalecer las relaciones económicas bilaterales entre ambos países. El ministro subrayó el papel clave de la cooperación entre las regiones rusas y chinas para consolidar los lazos multilaterales.

Además, Lavrov indicó que el comercio entre las regiones rusas y chinas ha experimentado un aumento significativo tras el levantamiento de las restricciones relacionadas con la pandemia de COVID-19. El ministro también mencionó el apoyo del Ministerio de Relaciones Exteriores para facilitar visitas de delegaciones regionales rusas a China.

En los últimos seis meses, quince delegaciones regionales rusas han visitado China, lo que ha contribuido a fortalecer el diálogo y a establecer acuerdos de cooperación entre 43 regiones rusas y provincias chinas. Estos intercambios han sido clave para dinamizar las relaciones comerciales, económicas, culturales y educativas entre ambas naciones.

El ministro también anunció importantes visitas oficiales en los próximos meses. El presidente del Parlamento chino tiene previsto visitar Rusia en julio, y el presidente chino Xi Jinping participará en la cumbre de los países BRICS, que se celebrará en Kazán, Rusia, en octubre. Estas visitas reflejan el compromiso continuo de Rusia y China para impulsar la cooperación a nivel político y económico.

El desarrollo de estas relaciones bilaterales no solo fortalece la economía de ambos países, sino que también marca una tendencia hacia la diversificación de las relaciones económicas globales y la reducción de la dependencia del dólar estadounidense. Con esta alianza cada vez más sólida, Rusia y China parecen estar preparados para un futuro de mayor colaboración y menor influencia occidental en sus economías.