Asesino serial de Iztacalco usaba su conocimiento en química para deshacerse de cadáveres

El nombre de Miguel “N”, un químico farmacobiólogo de 39 años, ha sido noticia tras ser detenido como sospechoso de brutales feminicidios en Ciudad de México. El caso ha conmocionado a la opinión pública por las escalofriantes revelaciones sobre su modus operandi y sus antecedentes. Apodado el ‘Dahmer mexicano’, se le acusa de asfixiar a sus víctimas y luego utilizar químicos para descomponer sus cuerpos.

Un pasado sombrío y un método macabro

El periodista Carlos Jiménez fue quien reveló algunos detalles oscuros del historial de Miguel “N”, apuntando que desde su adolescencia ya exhibía comportamientos destructivos. Se alega que en su época escolar, Miguel “N” solía dañar la pintura de automóviles usando ácido, un comportamiento que con el tiempo derivó en algo mucho más siniestro.

Las investigaciones por parte de la Fiscalía de la Ciudad de México apuntan a que Miguel “N” utilizaba químicos corrosivos para deshacerse de los cuerpos de sus víctimas, cronometrando el tiempo necesario para su disolución. Restos óseos encontrados en su domicilio sugieren que el sospechoso también desmembraba a las víctimas antes de proceder con el proceso de eliminación.

El feminicidio de María José y la heroica acción de sus vecinos

El arresto de Miguel “N” tuvo lugar tras el brutal asesinato de María José, una adolescente de 17 años, en su departamento en la alcaldía Iztacalco. El incidente también dejó gravemente herida a la madre de la joven. Fue gracias a la rápida intervención de los vecinos que se logró detener al sospechoso, quien intentó escapar después de cometer el crimen.

Un asesino de apariencias engañosas

En sus redes sociales, Miguel “N” mostraba una fachada de hombre culto y comprometido con diversas causas sociales, como la lucha contra el maltrato animal y la defensa de la vida vegana. También se le veía participando en producciones teatrales independientes y viajando por el mundo, dando la apariencia de ser una persona normal y amigable.

Sin embargo, sus vecinos lo describen como alguien introvertido y callado, sin dar señales de ser un asesino en serie. Las investigaciones continúan y las autoridades están profundizando en su vida para comprender mejor la magnitud de sus crímenes y si hay más víctimas vinculadas a su nombre.

La comunidad mexicana permanece consternada mientras el caso avanza y se espera justicia para María José y otras posibles víctimas.