A la gobernadora Maru Campos, no le quedó de otra, más que aceptar que tiene al estado hecho una miseria, y que la gente tiene que padecer una crisis de todo tipo, sobre todo en lo económico y en la inseguridad.
Durante su discurso presentado ante los comandantes de las distintas zonas y regiones militares ubicadas en Chihuahua, dentro del marco de la inauguración de la exposición militar, Maru Campos dijo que tristemente no se puede negar que los chihuahuenses atravesamos por una crisis…pero a la gobernadora se le olvidó decir que gran parte de la culpa, es de ella, por enfocar sus esfuerzos en andar de campaña soñando que es la mejor opción para el 2024, además de exprimirle el dinero a los ciudadanos y en buscarle salidas no tan cochinas, a su gran amigo César D.
Maru tuvo que aceptar la grave crisis, porque no sólo es más que obvia, pues no bastó con lo ocurrido en Urique, en el Denny’s, las masacres en Cuauhtémoc, en la ciudad de Chihuahua y cerca de Coronado, sino que tan sólo este fin de semana fueron 15 personas fallecidas.
En caso de que la gobernadora pintara un panorama color de rosa, podría darles la justificación a los mandos militares para reducir la presencia en Chihuahua, y ella sabe que, en este momento, es lo que más requiere, por eso tuvo que tirarse al piso y esperar a que las fuerzas castrenses, intenten levantarla, pero eso sí…sigue sin culpar al gobierno federal, no cabe duda de que la tienen agarradita de los pelos…
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La versión de que los cuerpos de los dos sacerdotes jesuitas asesinados por el Chueco en Cerocahui, no fueron localizados por las corporaciones que integraron los operativos de búsqueda, sino que fueron entregados por la propia gente del “Chueco”, toman cada vez más fuerza.
Y es que, según dicen varias personas que conocen muy de cerca el problema delincuencial en toda esa región del estado, que fue el Chueco, el que, cuando le cayó el veinte de lo que había hecho, se llevó los cuerpos para tener poder de negociación con las autoridades, y lo logró.
La negocia, al parecer, fue que el líder criminal les entregaría los cuerpos, a cambio de que le bajaran a la presión y le dieran la chanza de pelarse, y todo parece indicar que por órdenes de la gobernadora Maru Campos, eso fue lo pactado.
Pero el asunto no queda sólo en esa versión, sino que el activista Gabino Gómez, ya reveló que tiene información de primera mano, que confirmaron que los cuerpos no fueron localizados, sino que fueron entregados como intercambio por los propios delincuentes.
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Las 77 patrullas de la Policía Municipal, que fueron arrendadas y disque iban a tener todo el equipamiento necesario para «derrotar a los rusos y conquistar Marte», pues resulta que no, que les fallaron las cámaras y traen una bronca eléctrica y para poco les sirvieron a los agentes.
La bronca ahora la tiene Julio César Salas, quien ha tenido que contactar a la empresa arrendadora para que se las lleven y les reparen lo que les falla, pues los milloncitos que se le metieron a ese contrato no son poquitos y por lo menos, esas patrullas, tiene que ser funcionales para los uniformados.
Ojalá y que la reparación sea pronto, porque no se vale que el contrato marque fechas que ya van corriendo y que nuestros policías municipales vuelvan a las famosísimas Rangers que a la primera curva, se voltean…
