*Morenistas; a tragarse sus palabras *Que Maru no gestionó nada *Maru ya hizo más que Corral *Policías de adorno

El acuerdo entre la gobernadora Maru Campos y el secretario de gobierno federal, Adán Augusto López, cayó como balde de agua fría a los morenistas de Chihuahua, y es que ahora se tienen que tragar sus palabras, pues tanto jodieron con que todo el peso de la ley para Andrés Valles y los agricultores detenidos por el conflicto del agua, y ahora López Obrador, da bandera verde para liberarlos.

El profe Martín Chaparro, el virrey Juan Carlos Loera y los diputados Cuauhtémoc Estrada y Benjamín Carrera, deben buscar la tangente para responder a los reporteros, pues hasta hace dos meses, estaban empecinados en que se les castigara y se les dieran muchos años de cárcel.

Tendrán que elegir, o ellos mismos estaban equivocados y se precipitaron en las consignas, de esa manera salvan la ya nula credibilidad de su mesías López Obrador, o simple y sencillamente aceptan que AMLO está demente y toma decisiones contradictorias una y otra vez, o mejor dicho; decisiones a lo pendejo.

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Estos mismos morenistas, lejos de celebrar que por fin se llegó a un acuerdo que tanto daño le hizo a los chihuahuenses, y hasta manchó en gran medida el proceso electoral; se ponen renuentes a aceptar que Maru Campos va por buen camino.

Aunque dentro de su pecho saben que ese conflicto que cobró la vida de Yessica Silva, y que dejó prácticamente desierto el ciclo agrícola que acaba de iniciar, dejando sólo el de temporal, no pueden aceptar que alguien del PAN obtuvo un logro.

Chaparro, Estrada, Loera y Carrera, insisten en que Maru no gestionó nada, sino que fue la apertura de Augusto López y casi casi, un acto de misericordia de López Obrador.

Lamentablemente esta “luna de miel” va a durar poco, pues ya viene el tema de los presupuestos de egresos federal y estatal, y es ahí cuando se van a volver a romper las medias.

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A otro que le ardió hasta el alma con ese acuerdo que pone fin al conflicto del agua, es al ex gobernador Javier Corral, porque la señora que le arrebató sus irracionales sueños guajiros, ha hecho más en dos meses, que él en cinco años.

Y por si fuera poco, no habían pasado 48 horas de que se firmó ese respiro para el campo chihuahuenses, cuando la Sedena y la FGR anuncian la detención del líder criminal, objetivo prioritario y gran generador de violencia en la zona occidente, “El Jaguar”.

Aunque fueron elementos castrenses quienes se enfrentaron a balazos y lograron su captura, esa detención la ovacionan en todo el estado, a nivel nacional y en los Estados Unidos, y se reitera una y otra vez, que estos avances se han dado luego de la reconciliación que se dio en la Mesa de Seguridad, en donde por fin Estado y Federación vuelven a trabajar juntos.

Tal parece que las narcomantas que acusaban a los altos mandos de la Fiscalía General del Estado y al propio gobierno de Javier Corral, de proteger a criminales como “El Jaguar”, no estaban tan erradas, pues a menos de 60 días de que cambia la administración, los criminales comienzan a caer uno tras otro.

Por cierto, el Fiscal Roberto Fierro, va a tener que echarle mucho coco para aguantar la contraofensiva que viene en todo el estado, pero más en la región de Cuauhtémoc y Madera, en donde seguramente habrá mucho “desmadre”  por las recientes detenciones, pues básicamente le están tupiendo al avispero.

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Cada vez son más comunes las agresiones a reporteros en las transmisiones en vivo, nomás por hacer su trabajo, que es informar.

La policía municipal nomás se les queda viendo con las manos cruzadas cuando las personas agreden a los reporteros, logrando con esto que se genere más violencia, porque no va a tardar el día en que uno de los reporteros responda a las provocaciones de la gente cuando le impiden realizar su trabajo libremente.

Los policías están para guardar el orden, pero en vez de eso se hacen majes y hasta se ríen cuando un compañero reportero es agredido.

Los policías están violando el artículo 7° de la Constitución Mexicana que dice; ”Ninguna ley ni autoridad puede establecer la previa censura, ni coartar la libertad de difusión…”, y es lo que están haciendo ellos, coartar la libertad de difusión cuando el reportero está informado lo que está sucediendo en el lugar de los hechos, y ellos aún viendo la agresión permiten la censura.

Los policías, -TODOS-, se quedan parados sin hacer nada cuando las personas intentan arrebatar los celulares y cámaras a los reporteros; “En ningún caso podrán secuestrarse los bienes utilizados para la difusión de información, opiniones e ideas, como instrumento del delito”. 

Nomás se quedan viendo, haciendo omisión, dejando que la Ley se viole…Esto ocurre muy comúnmente con la policía municipal, pero los estatales, viales, ministeriales y Guardia Nacional son iguales. Los únicos que se medio salvan son los soldados, respetan más el trabajo periodístico que los demás.