Más de 15 mil científicos llaman a proteger el medio ambiente

Desde 1992 la cantidad disponible per cápita de agua potable ha disminuido en alrededor de un cuarto. El uso de fertilizantes y petróleo ha incrementado el número de las zonas muertas por ausencia de oxígeno en los océanos en torno a un 75 por ciento

Corvallis, EU.  Más de 15 mil investigadores de más de 180 países firmaron una “advertencia urgente a la humanidad” en defensa de una mayor protección del medio ambiente que hoy publica la revista especializada BioScience.  Se trata del segundo llamamiento de la comunidad científica tras el que realizaron hace 25 años.

En aquel momento, unos mil 700 expertos, entre ellos varios Premios Nobel, describieron nueve de los problemas más acuciantes, entre ellos el cambio climático, la tala de los bosques y la disminución de la biodiversidad.

Desde entonces, salvo en la estabilización de la capa de ozono, la humanidad no ha avanzado mucho, escribe el ecologista y autor principal de la investigación, William Ripple, de la Oregon State University (Estados Unidos). “Lo alarmante es que en la mayoría de casos, la situación incluso ha empeorado”, añade.

Los ocho autores del informe trazan un panorama de ésta con datos de autoridades nacionales, organizaciones y distintas investigaciones. A continuación, las principales tendencias del último cuarto de siglo: El crecimiento de la población se mantiene, sobre todo en las regiones más pobres del mundo.

Desde 1992 la cantidad disponible per cápita de agua potable ha disminuido en alrededor de un cuarto. Por otro lado, el uso de fertilizantes y petróleo ha incrementado el número de las zonas muertas por ausencia de oxígeno en los océanos en torno a un 75 por ciento. Con ello, muchas especies de peces están amenazadas, también debido a la sobrepesca. Además, entre 1990 y 2015 fueron taladas más de 120 millones de hectáreas de bosque, lo que equivale a la superficie de Sudáfrica.

Aunque el ritmo ha disminuido en parte, los países tropicales siguen siendo los más afectados. Las áreas taladas se usan para la agricultura, aunque los bosques son importantes para la absorción de dióxido de carbono, la preservación del agua y la biodiversidad. Ésta se ha resentido especialmente: desde 1992, el número de mamíferos, reptiles, anfibios, aves y peces ha disminuido un 29 por ciento.

Por otro lado, la investigación apunta a las crecientes emisiones de dióxido de carbono, que han aumentado en un 62 por ciento a nivel mundial, como responsables del cambio climático. La media anual de temperaturas mundiales en la superficie se ha incrementado en un 168 por ciento en estos 25 años. Con todo, según Ripple, hay algunos avances: muchos países han renunciado a los productos químicos que dañan la capa de ozono, las energías renovables están creciendo y en las regiones en las que se invierte en la formación de niñas y mujeres disminuyen las tasas de nacimientos.

No obstante, para que haya más cambios se necesita una enorme presión desde la opinión pública y la política, señalan los firmantes. Entre las medidas que podrían tomarse figuran una ampliación de las áreas protegidas, más limitaciones al comercio de productos de animales salvajes, programas de planificación familiar y formación para mujeres y promoción de una alimentación más vegetal y un mayor uso de las energías renovables y la tecnología sostenible.

Con información de Vanguardia