*Yanko, el horno electoral *Choque de impunidad: un poli borracho, sin placas… y sin consecuencias *A Riggs le bajan el volumen desde arriba

Yanko, el horno electoral

A Yanko Durán, presidenta del Instituto Estatal Electoral, se le está incendiando el teatro, y no precisamente por los fuegos artificiales del civismo electoral. Resulta que el famoso conteo judicial —ese que supuestamente da certeza— está a punto de estallar en huelga. ¿Por qué? Porque la gente encargada de contar los votos está siendo tratada peor que en un campamento de guerra.

Y sí, aunque Yanko juró que lo de las boletas “intervenidas” era un inocente protocolo, lo cierto es que se le metió pluma donde no debía, y no fue para firmar diplomas. La participación ciudadana fue bajísima —ni con megáfono los convencieron— y ahora sus propios trabajadores amenazan con parar todo porque ni agua les dan, mientras sudan como pollos en una bodega que parece horno crematorio.

Pero bueno, mientras Yanko ve cómo se le desarma el show electoral, más vale que vaya preparando un buen discurso, porque si el conteo se paraliza, la palabra “ilegitimidad” va a empezar a sonar más fuerte que las porras de campaña.


Choque de impunidad: un poli borracho, sin placas… y sin consecuencias

La comedia de la impunidad sigue dando funciones. Un agente de vialidad decidió aplicar la ley… pero a su manera, y con unas copas de más. El genio iba manejando un coche sin placas, porque claro, ¿quién necesita cumplir el reglamento cuando eres parte de la autoridad?

Se voló un coche Jetta en la carretera a Cuauhtémoc y, fiel al espíritu de “policía sin fronteras” —ni frenos—, se dio a la fuga como si fuera escena de “Rápidos y Furiosos: la versión Chihuahua”. La joven víctima llamó al 911, comenzó la persecución y el poli terminó impactado contra un árbol, probablemente el único testigo honesto de toda la historia.

¿Y qué hizo la autoridad estatal? Exacto: absolutamente nada. Silencio total. Al oficial, por supuesto, lo soltaron al ratito, como si nada hubiera pasado. Qué bonito es vivir en un estado donde la ley aplica para todos… menos para los que traen charola.


A Riggs le bajan el volumen desde arriba (porque acá lo dejaron gritar lo que quiso)

El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación le dio un jalón de orejas al Tribunal Estatal Electoral de Chihuahua, que como buen árbitro distraído, dejó pasar las faltas de Miguel Riggs como si fuera partido amistoso.

Riggs, que se soltó con todo contra la síndica Olivia Franco en plena sesión de cabildo, parecía más en una pelea de gallos que en una reunión institucional. Pero al TEE no le pareció gran cosa: vieron el video, escucharon los insultos y decidieron hacerse los ciegos, sordos y mudos.

Pues bien, alguien en el TEPJF sí tiene oído y dignidad, y ha dicho que esto no se puede quedar así. Ahora se busca que Riggs no solo pida disculpas, sino que además le caiga una sanción como Dios manda. Porque si no, ¿de qué sirve tener tribunales si se comportan como porristas de los políticos groseros?

Mientras tanto, en el mundillo de los que quieren justicia con palomitas, ya hay quienes se frotan las manos esperando que por fin alguien le ponga un alto a la impunidad con fuero y WiFi.