Un video casero protagonizado por una niña latina se volvió viral esta semana por mezclar humor infantil con uno de los temas más sensibles para la comunidad migrante en Estados Unidos: las deportaciones. En las imágenes, la menor aparece con una máscara del expresidente Donald Trump y, entre risas, persigue a su madre diciendo: “Te voy a mandar para México, te mandaré, ven para acá…”
El contenido fue publicado en Instagram por la propia madre de la niña, quien tituló el video con ironía: “Ya no fue el ICE, me cayó Trump”. Aunque el tono del video es juguetón, muchos usuarios reaccionaron señalando que refleja el impacto psicológico que la política migratoria puede tener incluso en los más pequeños.
Una realidad que los niños también perciben
El gesto de la niña no ocurre en un vacío. En el contexto actual, donde las redadas del Servicio de Control de Inmigración y Aduanas (ICE) se han intensificado en varias ciudades —especialmente en Los Ángeles—, la imagen de Trump ha llegado a simbolizar para muchas familias el temor a la separación y el exilio forzado.
Desde hace semanas, medios y redes sociales han reportado un aumento en las operaciones migratorias. Esto ha generado temor generalizado en comunidades latinas, particularmente entre trabajadores, padres de familia y jóvenes con estatus migratorio irregular. Pero el video sugiere que esa ansiedad ha alcanzado también a los niños, que observan y reproducen lo que ven y oyen en casa.
https://twitter.com/NoticiasChihua/status/1934348785481818594
Reacciones divididas: entre la risa y la preocupación
Las respuestas al video han sido variadas. Algunos lo encontraron gracioso, destacando la creatividad e inocencia de la niña. Otros, en cambio, señalaron que el contenido pone de manifiesto una situación preocupante.
“Veo el video y aparte de atacarme de la risa, me cuestiono muchas cosas”, escribió un usuario. Otro comentó: “El nuevo disfraz para Halloween”, mientras que una internauta apuntó: “El lado más tierno de esta situación”. Las opiniones reflejan una mezcla de humor, crítica social y reflexión sobre el entorno que rodea a las familias migrantes.
Un juego que dice mucho sin decirlo todo
El video, pese a su carácter ligero, pone sobre la mesa una cuestión de fondo: cómo los niños absorben las tensiones sociales y políticas que viven sus familias. Aunque la intención original pudo haber sido simplemente jugar, la escena muestra cómo la figura de Donald Trump —asociada por muchos con políticas migratorias estrictas— ha penetrado en el imaginario infantil.
Más allá de las risas, lo que subyace es el temor real de millones de personas que viven bajo la amenaza constante de ser deportadas. Y también queda claro que los más pequeños, aunque no lo expresen con palabras, están atentos a todo lo que sucede a su alrededor.
