¿Sabías que Isaac Newton predijo la fecha del fin del mundo?

  • El día que Newton puso fecha al fin del mundo (y no fue por capricho)

Londres.— Aunque Isaac Newton es recordado por sus aportes a la física y las matemáticas, una parte menos conocida de su legado revela su profundo interés por cuestiones teológicas. Entre ellas, el eventual destino de la humanidad. Lejos de especulaciones místicas, Newton aplicó su rigor intelectual para estudiar antiguas escrituras religiosas y, con base en esos análisis, propuso una fecha: el mundo no terminaría antes del año 2060.

Este cálculo aparece en una de sus cartas más comentadas, escrita hace más de tres siglos. “Puede que termine más tarde, pero no hay ninguna razón para que acabe antes”, escribió el científico, convencido de que muchas personas estaban interpretando de forma errónea las profecías bíblicas.

Durante la segunda mitad del siglo XVII, la peste bubónica azotó Inglaterra y obligó al cierre de universidades, entre ellas Cambridge. Newton se refugió en la finca familiar de Woolsthorpe, donde aprovecharía el aislamiento para trabajar en algunos de sus desarrollos más influyentes, incluida la teoría de la gravedad. Sin embargo, también dedicó una parte considerable de su tiempo a la interpretación del Libro de Daniel y el Apocalipsis.

Con base en estos textos, Newton identificó el año 800 como un momento crucial que marcaría la “Gran apostasía”. A partir de ahí, estimó un periodo profético de 1,260 años antes del final de una era. Así fue como llegó al año 2060 como un límite mínimo, aunque —según varios académicos— no necesariamente lo veía como una fecha de destrucción.

El profesor Stephen Snobelen, de la Universidad King’s College en Halifax, Canadá, ha estudiado extensamente estos escritos y sostiene que Newton concebía ese año como una transformación, no como una catástrofe. “Para él, 2060 podría representar el fin de un ciclo histórico y el inicio de otro”, señala el investigador. En otras palabras, un cambio espiritual o social, más que una hecatombe.

Aunque no hay fundamentos científicos que respalden predicciones apocalípticas, la vigencia del tema encuentra eco en los desafíos contemporáneos: crisis climática, pérdida de biodiversidad y tensiones geopolíticas. El análisis de Newton, aún desde un marco religioso, recuerda la inquietud histórica de la humanidad por anticipar su destino y la responsabilidad colectiva ante el futuro.

Con información de Xataka MX