
Estados Unidos.- Un estudio reciente ha generado un intenso debate en el ámbito científico al sugerir que ciertas formaciones rocosas en el lecho marino profundo podrían estar produciendo oxígeno sin la intervención de la luz solar. La investigación, publicada en Nature Geoscience, propone que los nódulos polimetálicos situados en la zona Clarion-Clipperton, entre México y Hawái, generan corriente eléctrica suficiente para descomponer el agua en hidrógeno y oxígeno, un proceso conocido como electrólisis.
¿Una nueva perspectiva sobre el origen de la vida?
El descubrimiento ha puesto en entredicho la teoría predominante sobre la generación de oxígeno en la Tierra, la cual sostiene que este gas comenzó a producirse mediante la fotosíntesis hace aproximadamente 2,700 millones de años. La Asociación Escocesa de Ciencias Marinas ha señalado que estos resultados podrían cambiar la comprensión de los procesos biogeoquímicos en los océanos profundos.
Sin embargo, este hallazgo no ha sido bien recibido por todos. Diversos científicos han cuestionado la validez del estudio, argumentando que no presenta pruebas concluyentes. Desde su publicación, al menos cinco artículos académicos han surgido con la intención de refutar o reinterpretar sus conclusiones.
Dudas y escepticismo en la comunidad científica
El biogeoquímico Matthias Haeckel, del Centro Helmholtz GEOMAR en Alemania, sostiene que la investigación deja muchas incógnitas sin resolver y que se requieren experimentos adicionales para confirmar la hipótesis. Por su parte, el geoquímico Olivier Rouxel, del Ifremer de Francia, ha manifestado su incredulidad ante la posibilidad de que los nódulos, que tardan millones de años en formarse, continúen generando corriente eléctrica de manera sostenible.
En contraste, un equipo liderado por Chaomin Sun, de la Academia China de Pekín, ha propuesto una posible explicación alternativa. Sus estudios sugieren que ciertos tipos de bacterias presentes en el lecho marino podrían ser responsables de la producción de oxígeno sin necesidad de luz, lo que implicaría que el fenómeno no es estrictamente un proceso inorgánico.
Implicaciones para la minería en aguas profundas
Los nódulos polimetálicos contienen metales esenciales para la fabricación de baterías y otras tecnologías sostenibles, lo que ha generado interés por parte de la industria minera. Sin embargo, la controversia en torno al “oxígeno oscuro” ha complicado los planes de empresas como The Metals Company, que financió parcialmente el estudio con el objetivo de evaluar el impacto ecológico de la minería submarina.
Desde el ámbito ecologista, organizaciones como Greenpeace han advertido sobre los riesgos que la explotación minera podría representar para los ecosistemas marinos. Para ellos, este hallazgo subraya la falta de conocimiento sobre las profundidades oceánicas y refuerza la necesidad de proteger estos entornos de la actividad industrial.
Un debate en evolución
El principal autor del estudio, el ecólogo marino Andrew Sweetman, ha asegurado que está preparando una respuesta formal a las críticas. Destacó que los cuestionamientos son una parte natural del proceso científico y que estos intercambios permitirán avanzar en la comprensión del fenómeno.
A medida que nuevas investigaciones busquen confirmar o refutar este descubrimiento, el debate sobre el “oxígeno oscuro” y su posible papel en los orígenes de la vida continuará abierto.
Con información de DW- US Latam