Guadalajara, Jal.— Un ataque armado contra elementos de la Guardia Nacional y la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) en los límites de Jalisco y Michoacán dejó un saldo de siete muertos, entre ellos dos agentes de la Guardia Nacional y cinco militares, además de cuatro soldados heridos.
Los hechos ocurrieron el 17 de marzo, cuando fuerzas federales fueron emboscadas en la región por un grupo armado vinculado al Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG). Posteriormente, las autoridades detuvieron a cuatro presuntos responsables en operativos en Jalisco.
Escalada de violencia
El ataque se relaciona con Jesús Rivera Aguirre, alias ‘Don Chuy’, señalado como un operador del CJNG en Michoacán. Su captura el 25 de febrero desató una serie de bloqueos y enfrentamientos, pero posteriormente fue liberado por un juez debido a fallas en el proceso legal.
El gobernador de Michoacán, Alfredo Ramírez Bedolla, afirmó que los responsables forman parte de células delictivas en la zona. “Son células que tenemos bien ubicadas con un alto nivel de violencia, generadores de violencia muy altos”, señaló en conferencia de prensa.
Operativos y decomisos
En respuesta a la agresión, la Guardia Nacional y la Sedena desplegaron operativos en La Barca, Ocotlán y Poncitlán, en Jalisco. En una de las acciones, las autoridades interceptaron a cuatro sujetos armados en una camioneta de reciente modelo.
Durante la revisión, se les aseguraron cuatro armas largas, incluidas ametralladoras y fusiles de asalto, así como tres armas cortas y chalecos antibalas con inscripciones del CJNG.
Las investigaciones apuntan a que el ataque fue ordenado por Heraclio Guerrero Martínez, alias ‘El Tío Lako’, identificado como un operador de alto nivel del CJNG con influencia en Jalisco, Michoacán y Guanajuato.
Las autoridades continúan con los operativos en la región para desarticular estas células delictivas.
Con información de EL Financiero
