
Estados Unidos.- Las relaciones comerciales entre Estados Unidos y Canadá se encuentran en un punto crítico luego de que el gobierno de Ontario anunciara la imposición de un arancel del 25% a las exportaciones de electricidad con destino a EE.UU. Esta medida responde a los aranceles que el presidente republicano Donald Trump impuso sobre productos canadienses.
Escalada de medidas arancelarias
Tras el anuncio de Ontario, Trump ordenó un incremento del 50% en los aranceles al acero y aluminio provenientes de Canadá. A través de su red social Truth Social, el exmandatario justificó la decisión argumentando que Canadá mantiene aranceles elevados en distintos sectores:
“He ordenado a mi Secretario de Comercio que añada un ARANCEL ADICIONAL del 25%, elevándolo al 50%, sobre todo el ACERO y ALUMINIO QUE INGRESA A ESTADOS UNIDOS DESDE CANADÁ (…). Esto entrará en vigor MAÑANA POR LA MAÑANA, 12 de marzo”.
Además, Trump insistió en que Canadá elimine los aranceles aplicados a productos lácteos estadounidenses, los cuales oscilan entre 250% y 390%, calificándolos como un abuso comercial.
Canadá reafirma su postura
Ante estas medidas, el primer ministro de Ontario, Doug Ford, declaró que el arancel del 25% sobre la electricidad exportada a EE.UU. se mantendrá hasta que Washington elimine sus restricciones comerciales de manera definitiva.
El líder del Partido Liberal de Canadá, Mark Carney, también respaldó la decisión del gobierno provincial y advirtió sobre el impacto de las políticas de Trump:
“Mi Gobierno mantendrá nuestros aranceles hasta que los estadounidenses nos muestren respeto”, afirmó.
Carney agregó que las recientes declaraciones del expresidente estadounidense sobre Canadá representan un riesgo para la soberanía del país:
“Los estadounidenses quieren nuestros recursos, nuestra agua, nuestra tierra, nuestro país (…) si tienen éxito, destruirán nuestra forma de vida”.
Trump reaviva la polémica con Canadá
Más allá de las tensiones comerciales, Trump avivó la controversia al sugerir nuevamente que Canadá debería integrarse a Estados Unidos:
“Lo único que tiene sentido es que Canadá se convierta en nuestro querido Estado número cincuenta y uno. Esto haría que todos los aranceles, y todo lo demás, desaparecieran por completo”.
El exmandatario también criticó el gasto canadiense en seguridad nacional y sugirió que Estados Unidos financia en gran medida la defensa de su vecino del norte:
“Canadá aporta muy poco a la Seguridad Nacional, confiando en Estados Unidos para su protección militar. Estamos subsidiando a Canadá con más de 200 mil millones de dólares al año. ¿POR QUÉ??? Esto no puede continuar”.
Impacto en la economía y la población
Las medidas arancelarias han generado preocupación en sectores industriales de ambos países, especialmente en las industrias del acero, aluminio y energía. En Canadá, la reacción social ha incluido un aumento en la compra de productos nacionales y el rechazo a productos estadounidenses en algunas provincias.
Mientras las tensiones continúan, analistas advierten que la incertidumbre en las relaciones comerciales podría tener efectos a largo plazo en la estabilidad económica de ambas naciones.