Exoficial Ruso revela protocolo de alerta nuclear en base militar al inicio del conflicto en Ucrania

Ciudad de México.- Un exoficial del ejército ruso, que desertó y actualmente permanece en la clandestinidad, ha revelado información sobre las operaciones en una base nuclear durante el inicio de la invasión a Ucrania en 2022. En una entrevista con la BBC, el militar, identificado bajo el seudónimo de “Anton”, describió el nivel de preparación nuclear y las estrictas condiciones dentro de estas instalaciones.

Alerta Máxima y Preparación Nuclear

De acuerdo con su testimonio, el 24 de febrero de 2022, la base en la que servía activó un estado de alerta máxima. “Estábamos listos para presionar el botón”, afirmó, sugiriendo que las armas nucleares fueron consideradas como una opción desde el inicio del conflicto. Sin embargo, tres semanas después, la alerta fue cancelada, aunque la base continuó en estado operativo.

Según datos de la Federación de Científicos Estadounidenses, Rusia posee un arsenal de aproximadamente 4,380 ojivas nucleares, con 1,700 desplegadas o listas para uso inmediato. El testimonio de Anton refuerza la percepción de que la capacidad nuclear sigue siendo un elemento clave en la estrategia militar del país.

Condiciones Dentro de la Base

El exmilitar describió la base como un entorno “altamente controlado”, con un acceso restringido solo a soldados profesionales sometidos a evaluaciones constantes, incluyendo pruebas con detectores de mentiras. Además, la comunicación con el exterior era limitada, y cualquier visita requería autorización previa con meses de anticipación.

Deserción y Represión Interna

Anton también reveló que, tras el inicio de la guerra, recibió órdenes de instruir a sus subordinados para justificar acciones contra civiles ucranianos. Al negarse, fue transferido a una unidad de combate de alto riesgo. Ante esta situación, decidió desertar con la ayuda de una organización que apoya a militares rusos que rechazan participar en el conflicto.

Según la organización “Idite Lesom”, cada mes, unos 350 soldados buscan asistencia para abandonar las filas del ejército ruso, a pesar de los riesgos que enfrentan, como represalias o procesos judiciales.

El testimonio de Anton aporta un nuevo ángulo sobre la estructura de mando y las condiciones dentro del ejército ruso, así como sobre las dificultades que enfrentan quienes intentan distanciarse del conflicto.

Con información de Xataka MX