
Un experimento reciente ha mostrado cómo dos agentes de inteligencia artificial (IA) pueden comunicarse de manera más eficiente mediante un sistema basado en sonidos. Este desarrollo, conocido como modo Gibberlink, fue diseñado por la empresa ElevenLabs con el objetivo de optimizar las interacciones entre sistemas de IA.
Durante la prueba, dos agentes simulaban una llamada telefónica para reservar una habitación de hotel. En cuanto detectaron que ambos eran IA, cambiaron al modo Gibberlink, que elimina la necesidad de procesar texto o voz y transmite información mediante sonidos codificados. Según reportes de Gizmodo y The Independent, esta tecnología permite reducir en un 80% los errores de comunicación y disminuir el costo computacional en un 90%.
Los creadores del sistema, Boris Starkov y Anton Pidkuiko, explicaron que este método forma parte de un protocolo programado para mejorar la eficiencia de los modelos de lenguaje y síntesis de voz.
Preocupaciones sobre la autonomía de la IA
Si bien este desarrollo representa un avance tecnológico, también ha generado inquietudes entre especialistas en inteligencia artificial. La investigadora Luiza Jarovsky advirtió en la red social X que “los agentes de IA plantean SERIOS problemas éticos y legales”, destacando el riesgo de que estos sistemas puedan evolucionar de maneras impredecibles.
El experimento también ha recordado casos anteriores en los que la IA ha desarrollado patrones de comunicación inesperados. En 2017, un estudio de Meta mostró que dos chatbots crearon un sistema de taquigrafía incomprensible para los humanos, lo que llevó a suspender el experimento.
Los expertos continúan evaluando el impacto de estos avances y sus posibles aplicaciones en la industria de la tecnología.
Con información de Xataka MX