
Ciudad de México.- En los últimos años, la Generación Z ha sido objeto de debate por su relación con el trabajo. Se les acusa de no querer esforzarse, evitar largas jornadas o rechazar empleos tradicionales. Sin embargo, diversos estudios muestran que su actitud responde a un cambio de prioridades y expectativas en el ámbito laboral.
Un cambio de perspectiva en el trabajo
La Generación Z, compuesta por personas nacidas entre 1997 y 2010, ha crecido en un contexto de constantes crisis económicas, avances tecnológicos y transformaciones en el mercado laboral. A diferencia de generaciones anteriores, que priorizaban la estabilidad en un solo empleo, los jóvenes actuales buscan mayor flexibilidad, equilibrio entre vida personal y profesional, y un ambiente de trabajo saludable.
Un estudio publicado por Business Insider señala que esta generación no está desinteresada en el trabajo, sino que “prioriza su salud mental y bienestar físico” antes que una rutina laboral agotadora. Esto contrasta con modelos tradicionales en los que la estabilidad financiera era el principal objetivo.
Retos en el entorno laboral
Uno de los desafíos que enfrenta la Generación Z en el mundo del trabajo es la falta de oportunidades para el desarrollo profesional. La modalidad de teletrabajo, aunque útil en muchos casos, puede dificultar la socialización y el aprendizaje para quienes recién ingresan al mercado laboral. Según diversos estudios, los jóvenes valoran el contacto directo con compañeros y mentores, lo que influye en su adaptación y crecimiento dentro de una empresa.
Otro factor que influye en su percepción del empleo es la incertidumbre. Los despidos masivos en múltiples sectores han llevado a muchos jóvenes a optar por emprendimientos o empleos secundarios para no depender exclusivamente de una empresa. Además, la creciente automatización y el avance de la inteligencia artificial generan preocupación sobre la estabilidad de sus puestos de trabajo.
¿Qué buscan los jóvenes en un empleo?
Más allá del salario, la Generación Z valora otros aspectos en el ámbito laboral, entre ellos:
Ambiente de trabajo positivo: Prefieren empresas que promuevan el respeto, la inclusión y el bienestar emocional.
Oportunidades de crecimiento: La posibilidad de aprender, recibir mentoría y desarrollarse profesionalmente es clave para su permanencia en una empresa.
Seguridad laboral: No solo en términos de estabilidad, sino también en evitar ambientes hostiles o en los que sientan que pueden ser fácilmente reemplazados.
Uso de tecnología como aliada: Ven con buenos ojos la digitalización, pero buscan que la tecnología potencie su trabajo en lugar de reemplazarlos.
Las empresas que deseen atraer y retener talento joven deben adaptarse a estas expectativas, ofreciendo esquemas laborales más flexibles y entornos que fomenten la creatividad y el crecimiento. De este modo, se podrá desmentir la idea de que la Generación Z no quiere trabajar, cuando en realidad buscan un empleo acorde con sus valores y aspiraciones.
Con Información de El País