
Maru Campos y su frívola y evasiva “comunicación”
La gobernadora Maru Campos ha decidido que la mejor manera de conectar con los ciudadanos de Chihuahua es… responder preguntas personales en un video perfectamente producido para sus redes sociales. Porque, claro, cuando hay crisis, fosas clandestinas, amenazas arancelarias y problemas en la frontera, lo que la gente realmente quiere saber es cuál es su comida favorita.
Mientras sus asesores de imagen la presentan como una figura cercana y relajada, los temas de fondo siguen esperando respuesta. Hasta ahora, son Santiago de la Peña y César Jáuregui quienes han dado la cara por su administración, como si fueran los verdaderos gobernadores en funciones. Maru, por su parte, sigue en un segundo plano, tal vez porque cuando habla, las cosas no salen precisamente bien.
Desde la llegada de Sergio Ramírez a su equipo, la presencia de la gobernadora ha ido desapareciendo. Eso podría ser un alivio considerando que sus pocas apariciones públicas han sido verdaderos tropiezos, como cuando aseguró que Chihuahua tenía agua de sobra para las empresas o cuando, en cadena nacional, descartó al estado como opción para los migrantes deportados. Al parecer, su equipo ha decidido que la mejor estrategia es mantenerla callada.
Pero, si la alternativa es verla en videos respondiendo preguntas banales mientras Chihuahua enfrenta problemas serios, quizás valga la pena reconsiderar la estrategia.
El narco y su dominio: bienvenidos al México el Narcoestado
Los ataques con drones en Tamaulipas y Chihuahua no solo demuestran el nivel de sofisticación del crimen organizado, sino que confirman lo que ya es un secreto a voces: el narcotráfico opera con más estrategia, mejor tecnología y, al parecer, menos restricciones que el propio Ejército mexicano.
Las imágenes de los ataques bien podrían ser sacadas de una guerra en Medio Oriente o de un conflicto en Ucrania, con la pequeña diferencia de que aquí no hay dos ejércitos enfrentándose, sino un grupo criminal que actúa con total impunidad y un Estado que simplemente observa.
Mientras en Estados Unidos los cárteles son catalogados como grupos terroristas, aquí las autoridades insisten en llamarlos “delincuencia organizada”, quizá porque reconocer su verdadero poder implicaría aceptar que han perdido el control del país.
No es casualidad que Donald Trump haya amenazado con intervenir si México no actúa. Lo realmente preocupante es que tal vez tenga razón. Si la única forma de que el gobierno mexicano reaccione es con la presión de una potencia extranjera, la situación es más grave de lo que parece.
Pero aquí seguimos, con un Ejército atado de manos, con políticos que aseguran que “todo está bajo control” y con una estrategia de seguridad que, hasta ahora, solo ha servido para documentar la caída del Estado frente al crimen organizado.
Pensiones Civiles: el colapso anunciado que nadie quiso detener
Los derechohabientes de Pensiones Civiles del Estado han pasado de las quejas a las acciones. Ayer tomaron calles en Chihuahua, Juárez, Jiménez y Cuauhtémoc, exigiendo lo que parece un lujo en estos tiempos: atención médica digna y acceso a los medicamentos por los que pagan.
Desde hace años, la crisis en Pensiones Civiles ha sido evidente. La dependencia está endeudada, sin recursos y con derechohabientes que, literalmente, tienen que encadenarse para que les den sus medicinas. Sí, como lo hizo el maestro José Ángel Nava, quien solo así logró que le entregaran los medicamentos que necesitaba.
El director general de Pensiones Civiles, Marco Antonio Herrera García, heredó un problema que ya estaba en decadencia, pero lo que ha hecho con él es digno de un récord Guinness. Ahora no solo están molestos los derechohabientes, sino también los trabajadores del gobierno estatal, los proveedores y hasta los propios empleados de Pensiones Civiles.
La protesta de ayer pasó casi desapercibida por ser día de asueto, pero que no se confíen. La próxima vez, el colapso de Pensiones podría sentirse en toda la ciudad. Y entonces, ¿quién va a salir en un video a explicar la situación? ¿Maru Campos? No lo parece.