
Estados Unidos.- Las autoridades de inmigración en Estados Unidos han intensificado las detenciones de migrantes indocumentados en diversas ciudades del país, alcanzando un total de 5,537 arrestos en solo dos semanas. Las operaciones, realizadas por agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), se han llevado a cabo en ciudades clave como Nueva York, Los Ángeles y Chicago.
A diferencia de administraciones anteriores, ICE ha difundido el número diario de detenciones y ha publicado detalles sobre algunos de los migrantes arrestados. En una serie de publicaciones en redes sociales, la agencia resaltó el perfil de 21 personas, la mayoría de origen latinoamericano, acusadas de delitos que van desde infracciones de tránsito hasta crímenes más graves.
Expansión de centros de detención
Ante el aumento de arrestos, el gobierno estadounidense ha anunciado planes para incrementar la capacidad de los centros de detención migratoria, que actualmente pueden albergar hasta 41,000 personas. Entre las medidas propuestas se encuentra la construcción de un nuevo centro de detención en Guantánamo, con capacidad para 30,000 personas, así como la habilitación de instalaciones temporales en una base militar en Colorado.
Denuncias de detenciones erróneas
Mientras las redadas continúan, diversos reportes han señalado que algunos ciudadanos estadounidenses y migrantes con estatus legal han sido detenidos por error. En Nueva Jersey, un ciudadano puertorriqueño fue arrestado en una redada en Newark y liberado solo después de demostrar su ciudadanía. En Ohio, un hombre con visa U, otorgada a víctimas de delitos que colaboran con las autoridades, fue retenido temporalmente a pesar de su estatus legal.
Postura del gobierno
El gobierno de Donald Trump ha defendido la política migratoria argumentando que los arrestos se centran en personas con antecedentes criminales. Sin embargo, informes recientes indican que casi la mitad de los detenidos en un solo día no tenían condenas previas.
Las redadas y detenciones han generado un intenso debate en torno a las políticas migratorias de EE.UU., con activistas y líderes políticos llamando a una mayor supervisión sobre las prácticas de ICE y el respeto a los derechos de los migrantes.