
Ciudad de México.- Chris Langan, conocido por tener un coeficiente intelectual que oscila entre 190 y 210, ha compartido su visión sobre lo que sucede después de la muerte, desafiando las creencias convencionales. Para Langan, la muerte no es un final definitivo, sino un cambio profundo en lo que él llama “la sintaxis de la existencia”.
En una entrevista para el podcast Theories of Everything, Langan explicó que al morir, las personas “regresan al origen de la realidad” y podrían recibir un “organismo sustituto” para continuar en un nuevo estado de existencia. Según él, la muerte se asemeja a un portal hacia otra dimensión, donde la percepción del tiempo y la realidad cambia por completo.
El modelo detrás de la teoría
Langan es el creador del Modelo Teórico-Cognitivo del Universo (CTMU), una propuesta que describe la realidad como un sistema autosimulado que se configura y procesa a sí mismo. En este contexto, la muerte es solo una transición hacia un estado conocido como “metasimultáneo”, donde todas las vidas posibles pueden coexistir simultáneamente.
“Tus recuerdos siempre se pueden recuperar, pero normalmente no hay razón para hacerlo”, afirmó. Según Langan, en este nuevo estado, la existencia adopta una forma no lineal, y la relación con el cuerpo físico deja de ser relevante.
La conexión entre Dios y la estructura del universo
Otra de las afirmaciones destacadas de Langan es su concepción de Dios, a quien describe no como un ser celestial, sino como un principio inherente a la estructura del universo.
“Dios es la identidad de ciertas cosas que vemos a nuestro alrededor, en lugar de un ser que vive en el cielo”, explicó. Según su modelo, la existencia de Dios puede ser demostrada matemáticamente dentro de su teoría.
Reflexión y controversia
Aunque las ideas de Langan han generado fascinación en muchos, también han sido recibidas con escepticismo. Sus seguidores lo consideran una mente brillante que logra unir ciencia, filosofía y espiritualidad, mientras que otros critican la falta de evidencia empírica en sus teorías.
“No es un final, es un cambio, y hay belleza en ello”, concluyó Langan, dejando abierta la puerta para que sus reflexiones inviten al debate sobre la naturaleza de la existencia y la muerte.
Con sus planteamientos, Chris Langan continúa despertando interés y controversia, demostrando que incluso las ideas más abstractas tienen el poder de capturar la imaginación colectiva.