*Maru Campos y el duartista Serrano *Andrea Chávez y su “amor” al campo *Olson vs. Márquez: el drama del Congreso

Maru Campos y su generosidad selectiva

La gobernadora Maru Campos sigue practicando su deporte favorito: pagar favores políticos. Esta vez, el beneficiario es Enrique Serrano, el exalcalde de Ciudad Juárez y orgulloso miembro del club de los duartistas nostálgicos. Serrano, conocido por su intento fallido de gobernar Chihuahua en 2016 (cuando el PRI estaba más quemado que una tostada), ahora ha sido ungido como director de la Coespo.

Es curioso cómo Serrano, que recientemente se desempeñaba como asesor en el desastroso caso Aras, pasó de un “cargo sin importancia” en la Secretaría General de Gobierno a encabezar un organismo clave.

Por supuesto, no se trata de sus habilidades, sino de mantener aceitada la alianza PAN-PRI que Campos necesita desesperadamente para que sus acuerdos políticos no se desmoronen. Porque, seamos honestos, con Alex Domínguez liderando al PRI local y sus “cuatro chícharos” de seguidores, no hay mucho con qué trabajar.

Andrea Chávez y su “amor” al campo

Pasemos ahora a Andrea Chávez, la senadora-morenista-youtuber, quien, al parecer, está más interesada en el espectáculo que en el trabajo legislativo.

En un video filtrado, se le escucha claramente instruyendo que se “reviente” la sesión de la Comisión de Recursos Hídricos para evitar aprobar un dictamen que beneficiaría a los productores y campesinos de Chihuahua. ¿La razón? “Porque se arma un pedote”.

Si la traición al campo no fuera suficiente, Chávez ni siquiera se molestó en aparecer en una reunión crucial con representantes del agro, Conagua y Semarnat, donde se discutirían soluciones a la crisis hídrica del estado. Su ausencia confirma lo que muchos ya sospechaban: para Chávez, el campo chihuahuense no es más que un accesorio para su carrera política. Pero eso sí, que no falten los discursos vacíos sobre el bienestar del pueblo.

Olson vs. Márquez: el drama del Congreso

Y en el teatro del Congreso del Estado, el diputado Carlos Olson ha decidido responder con todo a las acusaciones de su colega Irlanda Márquez, quien lo señaló de violencia física y verbal. “Soy un hombre de familia y no voy a permitir que manchen mi nombre”, declaró Olson, indignado, mientras presentaba una denuncia formal ante la Fiscalía.

Olson, que se describe como el defensor de la vida, la familia y las libertades (aunque parece tener un guion reciclado de campaña), asegura que esto no es más que un ataque de la “izquierda radical” para silenciarlo. Al final, promete que “la verdad saldrá a la luz”.

En resumen, Chihuahua vive días fascinantes, donde la política se parece más a un reality show que a un ejercicio de gobernanza. Entre nombramientos cuestionables, videos comprometedores y acusaciones cruzadas, el estado sigue demostrando que la política local es un espectáculo digno de cualquier pantalla.