El Paquete Económico: promesas millonarias y realidades por demostrar
Finalmente, el tan anunciado Paquete Económico del Gobierno del Estado vio la luz, firmado con gran solemnidad por la gobernadora Maru Campos y los secretarios Santiago de la Peña y Pepe Granillo. Como si estuviéramos ante el descubrimiento de un tesoro, nos presentan un presupuesto de 107 mil 570 millones de pesos que, según la propia gobernadora, promete resolver desde el acceso al agua potable hasta la generación de empresas. Un combo perfecto, casi utópico, si no fuera porque estas mismas promesas suenan año tras año.
Entre los padrinos del documento figura el nombre de Ernesto Cordero, porque claro, siempre se necesita un “gurú económico” para darle seriedad al asunto. Ahora bien, este paquete será entregado al Congreso estatal, donde será votado. Adivinen: Morena lo rechazará por deporte, y el PAN, PRI y MC lo aprobarán con la misma velocidad con la que se despachan las viandas en una posada. El guion de esta obra ya lo conocemos.
El cártel inmobiliario… ¿una película mal hecha?
Y hablando de obras, en el otro escenario tenemos el estreno de la diputada Brenda Ríos con su nuevo melodrama político: el “cártel inmobiliario de Chihuahua”. Como si de una mala secuela se tratara, la legisladora continúa intentando replicar el escándalo de la Ciudad de México, pero con menos imaginación y, al parecer, datos mal revisados.
Resulta que su cruzada apunta directamente al alcalde Marco Bonilla, a quien busca poner en el ojo del huracán. El problema es que gran parte de las baterías de Brenda están dirigidas hacia permisos otorgados hace casi 20 años, mucho antes de que Bonilla soñara con ocupar la alcaldía.
Por ejemplo, el fraccionamiento Rincones de Sierra Azul, señalado como epicentro del supuesto escándalo, tiene autorizaciones que datan de 2004, bajo la administración de Alejandro Cano, y continuaron con Juan Blanco en 2005. Pero, claro, ¿qué importa la precisión histórica cuando de lo que se trata es de ganar reflectores para 2027?
Luis Villegas: temores judiciales en la cuerda floja
Y para cerrar este drama político-judicial, tenemos al consejero de la Judicatura Luis Villegas Montes, quien parece no dormir bien últimamente. ¿La razón? La jueza Sabela Isiain Hernández, quien aspira a integrarse al Poder Judicial de la Federación, un movimiento que podría darle la vuelta al tablero.
Villegas y Sabela no tienen precisamente una relación cordial; más bien, han protagonizado una guerra sin cuartel, con intentos de boicot, demandas y suficiente veneno como para llenar varias telenovelas. Si Isiain Hernández logra una magistratura, Villegas quedará en una posición comprometida, y el karma jurídico podría cobrarse con intereses.
Mientras tanto, los chihuahuenses observamos este teatro político con una mezcla de incredulidad y resignación, porque, al final, lo único que parece no cambiar es el guion repetitivo de promesas, escándalos y pleitos de poder que marcan la agenda.