Moscú/Kiev.- En una nueva escalada del conflicto, Rusia lanzó un ataque masivo contra Ucrania, empleando más de 90 misiles y 100 drones. Según el presidente Vladimir Putin, esta acción responde a los recientes bombardeos ucranianos sobre territorio ruso utilizando misiles estadounidenses ATACMS, aprobados recientemente por Washington.
Infraestructura energética bajo ataque
El objetivo principal de los ataques rusos fueron las instalaciones energéticas críticas de Ucrania, dejando a más de un millón de hogares sin suministro eléctrico. Las regiones más afectadas incluyen Lviv, donde más de 500,000 personas quedaron a oscuras, y Zhytomyr, donde los cortes eléctricos interrumpieron el servicio de agua potable.
A pesar de interceptar todos los misiles dirigidos a Kiev, las autoridades locales reportaron daños menores causados por los escombros. Este ataque representa el undécimo asalto contra la red energética ucraniana en lo que va del año, complicando los esfuerzos para mantener servicios básicos antes del invierno.
Putin: “Es una respuesta a las agresiones”
Desde Kazajistán, durante una cumbre regional, Putin afirmó que Rusia no tolerará los ataques en su territorio y amenazó con intensificar su ofensiva si Ucrania continúa empleando armas occidentales. El mandatario destacó la capacidad militar de Rusia, mencionando que el país produce más misiles que toda la OTAN junta y que la producción aumentará un 30% para 2025.
Además, hizo referencia al misil hipersónico “Oreshnik”, descrito como una herramienta de gran poder destructivo capaz de alcanzar velocidades de Mach 10 y temperaturas equivalentes a la superficie del sol. Este armamento ya fue utilizado recientemente en Dnipro.
Zelenski exige más defensas aéreas
Por su parte, el presidente de Ucrania, Vladímir Zelenski, condenó los ataques y denunció el uso de municiones en racimo contra infraestructura civil, lo que dificulta las labores de los rescatistas y el restablecimiento de los servicios energéticos. Zelenski hizo un llamado urgente a sus aliados internacionales para fortalecer los sistemas de defensa aérea y evitar que los bombardeos afecten aún más a la población.
Un invierno bajo presión
Analistas internacionales consideran que esta ofensiva busca minar la capacidad de resistencia de Ucrania de cara al invierno, cuando la dependencia de la infraestructura energética es crítica para mantener hospitales, escuelas y hogares operativos. Sarah Rainsford, corresponsal de la BBC, señaló que “Rusia está intensificando la presión para forzar a Ucrania a negociar desde una posición de desventaja”.
Con el conflicto entrando en una fase cada vez más violenta, ambas partes mantienen posturas firmes, mientras la comunidad internacional observa con preocupación una crisis que parece lejos de resolverse.