¿Conversación submarina? Misteriosos sonidos del Pacífico intrigan a la ciencia

Wellington, Nueva Zelanda – Sonidos captados en el Océano Pacífico hace más de cuatro décadas podrían ser la clave para entender nuevas formas de comunicación animal en las profundidades marinas. Investigadores de Nueva Zelanda, utilizando tecnología acústica avanzada, han reanalizado estas grabaciones, sugiriendo que podrían ser parte de un “diálogo” entre animales marinos.

Un descubrimiento inesperado

En 1982, un experimento para mapear el paisaje sonoro en la cuenca del sur de Fiji registró un peculiar sonido repetitivo, apodado “Bio-Duck”. Consistía en cuatro ráfagas cortas, similares a un graznido, que desconcertaron a los científicos. Inicialmente, se dudaba de su origen biológico, pero análisis posteriores confirmaron que el sonido provenía de animales marinos, posiblemente ballenas minke antárticas.

“Lo más fascinante era su consistencia”, explicó Ross Chapman, investigador de la Universidad de Victoria, durante una reciente presentación en la Acoustical Society of America. “Parecía haber un patrón organizado, casi como si los animales estuvieran interactuando entre sí”.

¿Comunicación en el océano?

El estudio reveló que varios emisores producían los sonidos desde diferentes ubicaciones en el océano. Los animales parecían turnarse, dejando espacio para que otros “respondieran”. Esta dinámica sugiere un comportamiento comunicativo avanzado.

“Era como si unos escucharan mientras otros hablaban. La sincronización era sorprendente”, destacó Chapman.

Un enigma sin resolver

Aunque se han planteado teorías sobre la identidad de los responsables, no existe evidencia visual concluyente que vincule a las ballenas minke con estos sonidos. Lo que sí es claro es que estos hallazgos abren nuevas preguntas sobre la vida en el océano y la complejidad de sus ecosistemas.

Chapman especuló con humor: “Quizás discutían sobre comida, cuidaban a sus crías o simplemente comentaban sobre el extraño barco que remolcaba la antena acústica detrás de ellos”.

Un campo en expansión

Este descubrimiento marcó el inicio de una nueva era en la acústica marina, un campo que ha evolucionado significativamente desde los años 80. Los investigadores continúan analizando estos datos históricos con la esperanza de desentrañar más secretos del océano.

Mientras tanto, el “Bio-Duck” sigue siendo un recordatorio de cuán poco sabemos sobre las profundidades marinas y las posibles conversaciones que podrían estar ocurriendo bajo las olas.