La amenaza de un impacto de asteroide, capaz de causar devastación a escala global, ha sido durante mucho tiempo una preocupación para la Ciencia. Películas y novelas han explorado este escenario catastrófico, pero la realidad es que la defensa planetaria es un campo de investigación activo y en constante evolución.
Recordemos el evento que acabó con los dinosaurios, causado por un asteroide de aproximadamente 10 kilómetros de diámetro. Aunque impactos de esta magnitud son poco frecuentes, eventos más pequeños, como el meteorito de Cheliábinsk en 2013, demuestran que la Tierra sigue siendo vulnerable.
Hasta ahora, las estrategias para desviar asteroides se han centrado principalmente en misiones de impacto cinético, como la exitosa prueba de la NASA con la sonda DART. Sin embargo, un nuevo estudio ha propuesto una alternativa más potente y rápida: utilizar la energía de una explosión nuclear para vaporizar la superficie de un asteroide y así alterar su trayectoria.
Una investigación en los Laboratorios Nacionales Sandia en Estados Unidos han demostrado que un pulso de rayos X generado por una detonación nuclear puede calentar la superficie de un asteroide a temperaturas extremas, provocando una rápida expansión de material que actúa como un motor, empujando al objeto en dirección opuesta. Es como convertir al asteroide en su propio cohete, explica el Dr. Nathan Moore, autor principal del estudio.
La ventaja de este método radica en su potencia. Las explosiones nucleares son las fuentes de energía más intensas que conocemos, lo que permite desviar asteroides de mayor tamaño en un tiempo más corto. Esto resulta crucial en situaciones de emergencia, cuando se detecta un asteroide con poca antelación.
Sin embargo, es importante destacar que esta tecnología aún se encuentra en una fase experimental. Si bien los resultados de laboratorio son prometedores, se requieren más investigaciones para evaluar su viabilidad y seguridad en una situación real. Además, el uso de armas nucleares en el espacio plantea importantes cuestiones éticas y geopolíticas.
¿Qué asteroides pasarían cerca de la Tierra?
Apophis es uno de los asteroides que más ha captado la atención científica debido a su cercanía potencial con la Tierra. Y es que pasará relativamente cerca de la Tierra en varias ocasiones en el futuro cercano. El acercamiento más cercano será en 2029, cuando se espera que pase a una distancia menor que la de muchos satélites en órbita.
Bennu es otro asteroide que ha captado la atención debido a su tamaño y a la posibilidad, aunque remota, de que impacte contra la Tierra en el futuro. Una de las características más destacadas de Bennu es que fue visitado por la sonda espacial OSIRIS-REx de la NASA.
Esta misión tuvo como objetivo tomar muestras de la superficie del asteroide y traerlas de vuelta a la Tierra para su estudio. Los cálculos indican que existe una pequeña probabilidad de que Bennu impacte contra la Tierra en algún momento de los próximos siglos, siendo el año 2182 el de mayor riesgo. Sin embargo, es importante destacar que las probabilidades siguen siendo muy bajas.
China también tiene un plan
Ante esta posibilidad, China ha propuesto un plan para desviar a Bennu utilizando una flota de 23 cohetes, el costo estimado para cada lanzamiento Long March 5 es de 150 millones de dólares. La idea es impactar al asteroide con suficiente fuerza para alterar ligeramente su trayectoria, garantizando así que pase de manera segura a una distancia segura de la Tierra.
La misión propuesta por China es una de las más audaces de la historia espacial. Implica una serie de problemas técnicos y logísticos por resolver. Además del costo exorbitante, que supera los 3.400 millones de dólares, se requiere una precisión milimétrica en los cálculos y en la ejecución de la maniobra.
Cualquier error, por mínimo que sea, podría tener consecuencias catastróficas. Según los cálculos de los científicos chinos, se necesitarían 23 cohetes Long March 5 para impactar contra Bennu con la fuerza suficiente para desviar su trayectoria. Este modelo de cohete, uno de los más potentes de China, ha sido utilizado en misiones a la Luna y Marte, demostrando su capacidad para transportar grandes cargas útiles a largas distancias.
Con información de Debate