- Nuevos tratamientos para la obesidad generan debate por su efectividad y riesgos
Ciudad de México.- En la lucha contra el sobrepeso y la obesidad, nuevos medicamentos han mostrado una eficacia notable, permitiendo a los pacientes perder hasta el 20% de su peso corporal. Entre los más destacados se encuentran la semaglutida, liraglutida y tirzepatida, que han sido aprobados para su uso en personas con obesidad o sobrepeso severo, según reportes recientes de expertos consultados por Harvard Medical School.
Estos fármacos, que simulan la acción de una hormona clave en la regulación del apetito y el control del azúcar en la sangre, también ofrecen beneficios adicionales, como la mejora en la capacidad de ejercicio físico y la reducción del riesgo de complicaciones cardíacas. Sin embargo, su aplicación, principalmente a través de inyecciones, está limitada a pacientes con un índice de masa corporal (IMC) superior a 30, o en aquellos con sobrepeso y condiciones médicas asociadas, como la hipertensión o el colesterol alto.
En Estados Unidos, Medicare ha anunciado que cubrirá el costo de estos medicamentos para ciertos pacientes en riesgo de sufrir ataques cardíacos o derrames cerebrales, lo que ha generado un intenso debate sobre los elevados costos de estos tratamientos. El precio anual de algunos, como Wegovy, puede superar los 16 mil dólares, lo que plantea interrogantes sobre la sostenibilidad de este gasto con fondos públicos.
A pesar de su efectividad, las autoridades sanitarias, como la FDA en Estados Unidos y Cofepris en México, han advertido sobre los peligros de su uso sin supervisión médica, señalando que pueden provocar efectos secundarios graves, desde daño renal hasta infecciones. Además, reportes recientes han sugerido una posible relación entre estos medicamentos y un aumento en los pensamientos suicidas y conductas autolesivas en algunos pacientes.
Dado el creciente interés y la polémica que rodea estos tratamientos, se están realizando nuevos estudios para determinar con mayor precisión quiénes pueden beneficiarse y cuáles son los riesgos a largo plazo. Mientras tanto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue alertando sobre la importancia de tratar la obesidad, una enfermedad crónica asociada con condiciones graves como la diabetes tipo 2 y las enfermedades cardiovasculares.