Afirma Jesús Esquivel que el Mayo Zambada ya comenzó negociaciones con EE.UU.

La difusión de una carta atribuida a Ismael “El Mayo” Zambada en la que asegura que fue “secuestrado” por Joaquín Guzmán López “El Chapito” y llevado a la fuerza a Estados Unidos es una muestra de que el fundador del Cártel de Sinaloa “ya empezó a negociar” con el gobierno de ese país antes de que sea presentado en una Corte Federal donde sería procesado por los delitos que se le imputan, con el fin de convertirse en un “testigo protegido” del gobierno estadounidense.

Así lo consideró el periodista Jesús Esquivel en Aristegui en Vivo, donde señaló que es típica la utilización de este tipo de estrategias -como la publicación de la carta- en la que salen a relucir nombres de políticos, gobernadores o militares “involucrados de alguna manera directa o indirecta con el cártel de Sinaloa”, l0 que ha suscitado reacciones del gobierno mexicano, “porque en el de Estados Unidos nadie ha dicho nada”.

Frente a ello, pidió “tomar con un grano de sal” lo que se ha dado a conocer, porque el camino judicial apenas se inicia en Estados Unidos y probablemente muchas cosas nunca se conozcan públicamente, en virtud del acuerdo al que llegue Zambada García con las autoridades estadounidenses, que ya lo están interrogando.

“Yo lo único que te digo es que todavía ayer por la tarde en un mensaje me reafirmaron que fue una entrega pactada”, aseguró.

Esquivel plantea que el gobierno estadounidense le miente “de manera descarada” al mexicano sobre las circunstancias en las que fue detenido “el capo de capos” el pasado 25 de julio.

Recordó que cuando dio a conocer en el entonces semanario Proceso en 2009 que existía una investigación sobre el exsecretario de Seguridad Pública, Genaro García Luna, y su vinculación con el Cártel de Sinaloa, el gobierno estadounidense lo desmintió públicamente, a lo que la publicación respondió: “Tenemos la grabación”.

“Y ahí acabó todo, ya nunca más dijo nada el Gobierno de Estados Unidos”, apuntó, al tiempo que citó la carta que envió a la revista Anthony Plácido, quien era el jefe de operaciones de inteligencia de la agencia antidrogas estadounidense (DEA, por sus siglas en inglés).

En la misiva, fechada el 15 de marzo de 2009, el gobierno estadounidense se dijo “consternado” por la publicación, a la que acusó de “sensacionalista” y de no tomar en cuenta el trabajo realizado por el gobierno del presidente Felipe Calderón para combatir el poderío y la impunidad de los narcos.

“Nunca he expresado preocupación sobre la integridad del secretario García Luna”, fue una de las frases de la carta de Plácido, quien al jubilarse llamó a Esquivel para invitarlo a comer y ofrecerle una disculpa por el desmentido.

“Me citó a almorzar en un restaurante en Washington y me pidió una disculpa por esa carta y me dijo: el Gobierno de Felipe Calderón nos pidió que se publicara”, relató.

“Y además lo que publiqué se corroboró”, enfatiza el periodista, para quien el gobierno estadounidense actúa con “hipocresía”.

En ese sentido, reafirma que en los procesos judiciales “nunca se hace público lo que se está cocinando tras bambalinas”, porque de lo contrario, no podría funcionar la figura de los testigos protegidos, como el caso de Vicente Zambada Niebla “El Vicentillo”, hijo de “El Mayo”.

Por lo tanto, en el caso de Ismael Zambada existe la posibilidad de que ni siquiera vaya a juicio y se presente solamente en algunas audiencias, antes de convertirse en testigo protegido.

Para apoyar esta hipótesis, se refirió a que en los ocho encausamientos contra “El Mayo” se excluya el tráfico de fentanilo.

“El viernes pasado hablé con las personas encargadas de relaciones públicas de la Corte Federal del Distrito Este en Brooklyn, Nueva York, a quienes por obvias razones ya conozco bastante bien por los juicios contra el ‘El Chapo’ y Genaro García Luna. Y lo único que me dijeron es: hay que estar pendientes”, dijo.

El periodista apuntó que en el mundo del narcotráfico las traiciones para obtener beneficios procesales se ven con normalidad.

Señaló que en el caso de Joaquín “El Chapo” Guzmán, las autoridades estadounidenses no le ofrecieron un trato porque buscaron “poner un ejemplo” de cómo castigan a los narcotraficantes en ese país, por lo que para la DEA fue un “cartucho quemado”.

“Yo insisto, hay que darle tiempo al tiempo. Y posiblemente nunca nos entremos qué pudo haber ocurrido en realidad”, comentó.

“Seguramente quienes sienten sombras o pasos en la azotea van a evitar viajar a los Estados Unidos. El caso de [Salvador] Cienfuegos sigue latente” y los fiscales del Departamento de Justicia “se quedaron con una espina muy clavada” en torno al procesamiento fallido del exsecretario de la Defensa Nacional de México.

“Varios de quienes integraron la investigación, que duró tanto tiempo, renunciaron al Departamento de Justicia en represalia por la negociación que hizo el Gobierno de México con el de Donald Trump para el regreso del general”.

Con información de Aristegui Noticias