Ciudad de México.- El Banco de México (Banxico) sorprendió al mercado al recortar su tasa de interés en 25 puntos base, situándola en 10.75 por ciento, a pesar de que la inflación en el país sigue en aumento. Este movimiento inesperado se produce en un contexto donde la inflación, según datos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), alcanzó un 5.57 por ciento en julio, el nivel más alto desde mayo de 2023, marcando cinco meses consecutivos de alzas en el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC).
Tradicionalmente, el principal objetivo del Banxico ha sido mantener la inflación bajo control, lo que llevó a muchos analistas a prever que la tasa de interés se mantendría elevada hasta que hubiera señales claras de una disminución en la inflación. Sin embargo, en su reciente decisión, la Junta de Gobierno optó por un enfoque diferente, justificando el recorte con el argumento de que, aunque la situación inflacionaria aún requiere una postura restrictiva, la evolución reciente permite una ligera relajación en la política monetaria.
Este ajuste en la tasa fue respaldado por la mayoría de los miembros de la Junta, aunque algunos, como los subgobernadores Irene Espinosa Cantellano y Jonathan Heath, votaron por mantener la tasa en 11 por ciento.
El Banxico también advirtió sobre posibles factores que podrían complicar aún más la situación inflacionaria en el futuro, como una mayor depreciación del peso frente al dólar, efectos de fenómenos climáticos extremos, y el agravamiento de conflictos geopolíticos. No obstante, también señaló que ciertos escenarios, como una desaceleración económica mayor a la esperada o un menor impacto de la depreciación cambiaria, podrían contribuir a moderar la inflación.
En conclusión, aunque el Banxico ha optado por un recorte en la tasa de interés, sigue manteniendo un enfoque cauteloso frente a la inflación, considerando que los riesgos en torno a la trayectoria de precios continúan inclinándose al alza.
