México.- La investigación de un periodista español, galardonado por la ONU, ha revelado un preocupante problema en México relacionado con la deportación de menores de edad no acompañados que buscan llegar a Estados Unidos. A pesar de que las leyes mexicanas garantizan la protección de los niños migrantes, estas prácticas violan la normativa vigente.
El periodista Manu Ureste, residente en México y autor del reportaje “Niñez migrante, promesas de papel”, recibió el Premio Breach/Valdez en la categoría de Derechos de la Niñez y Adolescencia, otorgado por Naciones Unidas de México. Durante su investigación, Ureste descubrió que muchos menores de edad son deportados sin recibir el tratamiento adecuado que establece la ley.
México implementó en 2021 una reforma que debería proteger los derechos de la niñez migrante, asegurando que cada caso fuera evaluado individualmente y prohibiendo la detención de menores en centros de inmigración. Sin embargo, Ureste afirma que estas disposiciones no se cumplen. De acuerdo con su investigación, entre enero de 2021 y mayo de 2022, las autoridades mexicanas detuvieron a 98,671 menores, pero solo 19,067 fueron evaluados según las normas de la nueva reforma, lo que equivale a apenas el 19% del total.
La reforma estipula que la decisión de deportación debe ser tomada por las Procuradurías de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes, y no por el Instituto Nacional de Migración (INM). Sin embargo, en muchos casos, la autoridad migratoria es la que realiza las deportaciones, en contradicción con la legislación.
El reportaje de Ureste también destaca el peligro al que se enfrentan los niños migrantes al intentar escapar de la violencia y las pandillas en sus países de origen. Ureste viajó a Honduras para conocer las historias de estos niños, quienes, a menudo, huyen del reclutamiento forzoso por parte de pandillas como la MS-13. Algunos de estos menores regresan a su país luego de ser deportados por México, arriesgando sus vidas al enfrentar a estas organizaciones criminales.
La investigación de Ureste subraya la necesidad de que México aplique sus propias leyes para proteger a los niños migrantes. Aunque el periodista esperaba que su investigación impulsara cambios en la política migratoria, hasta ahora las autoridades mexicanas no han respondido con medidas concretas para corregir la situación.
