¿Casarse por bienes separados o mancomunados? Ventajas y desventajas por si vas a dar ese paso

Foto: Tomada de el Financiero

México.- Antes de pronunciar el “sí, acepto”, las parejas deben abordar temas fundamentales que rigen el matrimonio, incluyendo las responsabilidades y el régimen matrimonial que regirá sus bienes.

La elección del régimen es crucial y puede ser entre la sociedad conyugal (bienes mancomunados) o la separación de bienes.

Casarse por bienes separados: Ventajas y libertades financieras

Bajo el régimen de separación de bienes, los bienes adquiridos durante el matrimonio pertenecen exclusivamente a quien los pagó.

La Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros (Condusef) destaca que los propietarios tienen libertad para disponer de estos bienes sin requerir el consentimiento del cónyuge.

Asimismo, los bienes obtenidos antes del matrimonio siguen siendo propiedad exclusiva del individuo que los adquirió.

Bienes mancomunados: Compartir es la clave

El régimen de sociedad conyugal, o bienes mancomunados, implica que los bienes adquiridos después del matrimonio son propiedad compartida al 50 por ciento entre ambos cónyuges.

Aunque las capitulaciones matrimoniales pueden personalizar estas reglas, por lo general, este régimen busca una distribución equitativa de los bienes obtenidos durante la unión.

Se establece que, si uno de los cónyuges adquirió un bien a plazos antes del matrimonio, este sigue siendo de su propiedad, con excepciones como la vivienda y enseres familiares.

Elección sabia: Analizando el mejor régimen para cada pareja

Al decidir el régimen matrimonial, es esencial considerar las deudas contraídas durante el matrimonio, que serán responsabilidad de quien las adquirió en el régimen de separación de bienes.

La recomendación de los expertos es dialogar con la pareja para llegar a un acuerdo informado sobre el régimen que mejor se adapte a su situación y objetivos financieros. La reflexión y el consenso son clave para sentar las bases de un matrimonio sólido desde el punto de vista legal y financiero.