Irán.- En un caso que ha suscitado preocupación a nivel internacional, Roya Heshamti, una mujer iraní, fue condenada a recibir 74 latigazos y pagar una multa por “ofender la moral pública” al no llevar el velo musulmán, según informó la Autoridad Judicial de Irán.
La sentencia, ejecutada en conformidad con la ley y la Sharia, acusa a Heshamti de violar la moral pública al frecuentar lugares concurridos de Teherán sin el velo obligatorio.
Desafío al Código de Vestimenta y Ola de “Desobediencia Civil”
Este incidente se inscribe en una creciente ola de “desobediencia civil” protagonizada por mujeres que desafían el estricto código de vestimenta en Irán. La detención de Heshamti ocurrió en abril después de compartir una foto sin velo en redes sociales.
El caso refleja un movimiento de protesta que ganó fuerza tras la muerte de Mahsa Amini en septiembre de 2022, quien falleció bajo custodia por violar las normativas de vestimenta.
Endurecimiento de Medidas y Críticas Internacionales
En respuesta a actos de desobediencia, las autoridades iraníes han anunciado controles más estrictos con el uso de cámaras y la detención de figuras públicas, como actrices, que posan sin hijab en redes sociales.
El Parlamento iraní votó a favor de un proyecto de ley en septiembre de 2023 que intensificaría las penas por violar el código de vestimenta, reflejando una escalada en la represión hacia las mujeres.
Amnistía Internacional ha criticado estas leyes que obligan a mujeres y niñas a cubrirse contra su voluntad, denunciando detenciones, penas de cárcel, multas y latigazos como castigos comunes para quienes desafían estas normas.
El caso de Roya Heshamti destaca como un ejemplo reciente de la lucha persistente por los derechos individuales en Irán.
La imposición de normas culturales en la sociedad iraní ha generado críticas internacionales y debates sobre la libertad individual, subrayando la valentía de miles de mujeres que desafían estas restricciones.
