La gobernadora María Eugenia Campos, quien hace un par de días sufrió la torcedura de uno de sus pies, al parecer se ha visto bastante afectada, porque este martes se le pudo ver cojeando y con dificultades para caminar.
Tanto así que, pasadas las 14:00 horas, se disponía a abandonar el Palacio de Gobierno y su equipo de seguridad pidió a los presentes que se retirarán de la puerta por donde sale la gobernadora.
Según se dijo, la mandataria pidió salir de forma discreta para que no fuera captada por las cámaras de los medios de comunicación. Posteriormente, Maru Campos se vio obligada a cancelar su participación en la toma de protesta de la nueva mesa directiva de la Canacintra.
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Hablando de la toma de protesta, el nuevo presidente de la Cámara Nacional de la Industria de la Transformación, Armando Gutiérrez Cuevas, se voló la barda al referirse al común de los chihuahuenses.
El empresario se atrevió a dar gracias a Dios por haber nacido en una cuna privilegiada, diferente a la mayoría de los chihuahuenses, y hasta resaltó que las preocupaciones de él son muy diferentes a las de otras personas, quienes diariamente se preocupan por trabajar y llevar alimentos a sus familias.
El nefasto Gutiérrez Cuevas, resaltó que apenas hace unas semanas se dio cuenta de las necesidades de los chihuahuenses, cuando conoció a una persona que estaba preocupada por obtener recursos para su hogar.
No conforme con semejante mensaje, pidió a sus compañeros que nacieron en cuna de oro, que cada vez que vayan a tomar una decisión, piensen en las personas que trabajan apoyándolos en sus casas, es decir, las trabajadoras del hogar y en el chihuahuense común, quienes son las personas que esperan que los ricos tomen las mejores decisiones que les ayuden a mejorar su calidad de vida.
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Mientras los ojos de todo el país, están en la muerte de 40 migrantes quienes fueron encerrados bajo candado y dejados morir incinerados dentro de las oficinas del Instituto Nacional de Migración, los morenistas intentan desviar la atención abordando temas irrelevantes y populistas como la estupidez de modificar la edad para ser diputados, y reducirla a los 18 años.
Con esta grave tragedia que para colmo, fue evidenciada con videos que muestra el horror que vivieron las víctimas frente a la indolencia de los funcionarios federales quienes nisiquiera se inmutaban cuando les rogaban por ayuda, es momento de que Juan Carlos Loera, representante de AMLO en Chihuahua, presente su renuncia.
Sabemos que no lo hará, porque el ego y su sed de poder es más grande que cualquier deber moral, al puro estilo de Morena y el presidente López Obrador, quien por cierto, durante su mañanera, no sólo minimizó el asunto, sino que dos minutos después de haber hablado de 40 personas calcinadas, se puso a hacer sus típicos chistes y bromas de mal gusto.
Tal parece que a los del partido guinda, cada tragedia que enluta al país, les causa mucha gracia y son motivo de burla. Lamentable actitud de estos hipócritas demagogos, mentirosos y falsos morenos…
