*La muerte del Chueco *Le aguadó la fiesta al fiscal *El chavito priísta

La esperada muerte de José Noriel Portillo Gil “El Chueco”, no resultó el gran triunfo para nadie, como en un principio lo esperaron los gobiernos Estatal y Federal, y por el contrario, se les convirtió en un “triunfo” incómodo en donde no hay ganadores.

Por un lado, los jesuitas podrán irse olvidando de que se haga una verdadera justicia por el crimen de los sacerdotes, pues El Chueco no pudo ser llevado ante la justicia; por otro lado, ni Maru Campos ni López Obrador, pudieron colgarse la medalla, y finalmente, la comunidad de Urique, tiembla porque esto podría significar la salida de los operativos y sólo restaría dar la bienvenida al nuevo jefe de plaza que ocupará el vacío dejado por el polémico líder criminal.

Lo que dejó muy claro Maru Campos, es que no fue el Cártel de Sinaloa quien ganó el volado, sino que fue la presión ejercida por las autoridades, la que orilló al criminal a replegarse, hasta terminar en manos de sus propios enemigos.

Ahora los chihuahuenses se preguntan ¿por qué no se implementan las mismas acciones en todo el estado?

Por donde se vea, el peor escenario para las instituciones, era que algún cártel entregara el cuerpo de “El Chueco”, y fue precisamente lo que ocurrió, peor aún, ni siquiera se entregó el cadáver a las autoridades chihuahuenses.

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La muerte de José Noriel, también le aguadó la fiesta a más de dos, incluyendo al fiscal César Jáuregui, que muy entusiasmado había convocado a una rueda de prensa para anunciar con bombo y platillo una campaña en contra del consumo del fentanilo.

Sus planes tuvieron que modificarse cuando se dio cuenta que la muerte del objetivo principal de la FGE, se había filtrado a los medios de comunicación, ocasionando que todos los temas y espacios posibles, fueran entorno a ese acontecimiento.

Incluso el Poder Judicial estaba por notificar a la Fiscalía General del Estado sobre la fecha para una nueva audiencia masiva del caso Aras, y aunque por protocolo sí se tuvo que notificar, el dato pasó desapercibido.

Por cierto, se prevé que este jueves se anuncie otra audiencia para judicializar 450 querellas, sin embargo, los detalles, seguramente se estarán anunciando en el transcurso de la mañana.

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El niño fresa, Enrique Rascón, por fin apareció y aunque todos pensaríamos que el linchamiento morenista y de las propias comunidades indígenas, lo pondría a reflexionar sobre su pésima actitud y su nulo trabajo al frente de la Secretaría de Pueblos y Comunidades Indígenas, no fue así.

El chavito priísta insiste en priorizar su soberbia ante todos los escenarios, y en lugar de que, en este año y medio de administración, haya aprendido a trabajar, se ha enfocado en aprenderse los discursos de Maru Campos.

Le ha durado mucho su spich de que desde el día uno trabaja por el bien de los pueblos originarios, aunque la pregunta que se le haga vaya enfocada a cualquiera que sea tema el tema; podría ser cuestión de meses para que llene el jarro de piedras y lo echen por la puerta de atrás.