El elegido por Dios para poner y quitar empleados del Gobierno Estatal de Chihuahua, es el super secretario del turismo Edibray Gómez, esto se debe a que tiene mucho tiempo libre para ponerse a ver quién se queda y quién se va en el gobierno de Maru, porque en turismo nomás no hace nada.
Incluso hasta propone ternas de los cambios que la gobernadora necesita, al menos eso es lo que les dice directamente a todos en le Circulo Rojo.
Resulta que, gracias a su grandiosa sabiduría, los cambios que se han hecho en la Fiscalía, Desarrollo Humano, y Salud, se los atribuye Edibray, incluso les dice a los políticos que manda las ternas de personajes porque según él, son sus propuestas y la gobernadora le hace caso.
Pero los que lo conocen, dicen que lo hace con el fin de generar compromisos con él y para su negocio. Ni Obama tenía políticos con ese perfil en su gabinete, Ave María…
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Pedrito Dominguez -de las confianzas del ex gobernador Duarte-, sacó su corazón priísta en un evento del Municipio de Chihuahua, y se sumó a la lista de los priístas que son traicionados por el subconsciente dentro de sus cargos en gabinetes panistas, y es que el recién nombrado subdirector jurídico del Municipio, agradeció e hizo alusión “al ex presidente municipal Marco Quezada”, en lugar de a Marco Bonilla.
A Pedro Domínguez se le olvidó que su actual jefe es el alcalde Marco Bonilla y no Marco Quezada, pero como Pedrito operó para Morena en las últimas elecciones, pensó que había ganado el chaparrito de Basúchil.
Y cómo no, si con su empresa de impresiones les hizo las lonas a Marco Quezada y a Juan Carlos Loera, incluso dicen que hasta les dio información privilegiada de varios distritos, cómo se le iba a olvidar el nombre de su principal cliente.
Pedro Domínguez se sonrojó, pidió disculpas y hasta dijo en tono de broma que en los próximos días firmaba su renuncia. No debería ser broma, pues Marco Bonilla necesita a su lado gente comprometida con su proyecto político y no a gente comprometida con sus detractores.
