Amiga de estadounidenses secuestrados cuenta cómo se salvó

En entrevista con CNN, Cheryl Orange, narró los hechos antes de la desaparición y secuestro de sus amigos en Matamoros, Tamaulipas. El grupo de cinco viajó desde Carolina del Sur a Brownsville, Texas, pero no cruzó con ellos el límite fronterizo al no traer consigo documentos de identificación.

Cheryl, quien dice que Latavia McGee es “su mejor amiga”, resaltó para CNN que ella no estaba enterada de que cruzarían la frontera con México previo al viaje. Al preguntarle si ella o Latavia sabían acerca de las “amenazas” en Matamoros, respondió “no, señor; para nada. Estoy asumiendo que ella no sabía, porque la conozco y no iba a viajar hacia el peligro“.

“Cuando le dije que no tenía mi identificación conmigo, me dejaron en el hotel y me dijeron que regresarían en 15 minutos. Por eso estaba tan preocupada y con miedo; 15 minutos habían pasado y no estaban ahí”, recalcó en la entrevista.

Narró que cuando la dejaron en hotel, tomó una ducha y una siesta tras varias horas de camino para llegar a Texas. Cuando despertó eran las 5 de la tarde, y sus amigos se habían ido a las 9 de la mañana. Preguntó en el lobby del hotel si sus amigos habían regresado, a lo que el personal dijo que no.

Posteriormente, llamó a su novio y al hermano de McGee, diciéndoles que “algo no estaba bien”. Pasó la noche y cuando faltaban unos minutos para hacer el checkout del hotel, decidió llamar a la policía y hacer un reporte de desaparición.

El video en donde aparece cuando los cuatro amigos son secuestrados llegó a Cheryl unas horas después. “Dejé caer mi teléfono, mi cuerpo se apretó, mi estómago se hizo un nudo, y solo empecé a rezar… empecé a rezar para que regresaran”, dijo la amiga.

Confesó que no sabía mucho de los cárteles en México y que empezó a investigar. “Empecé a pensar lo peor. Solo podía pensar en su hija de 18 años, la hija de Latavia; ella me hizo conservar la fe“, agregó.

Tras el retorno de Latavia McGee y Erick Williams, pudo hablar con su amiga, a la vez que mantiene una comunicación constante con su hija. Dijo “era música para mis oídos escuchar su voz”.

Finalizó la entrevista diciendo que le gustaría que el mundo dejara al grupo de amigos y sus familias en paz, “y que dejen de ser malos, quiero que tengan corazón“. Añadió que lo que le pasó a su amigo estuvo mal, “ella es una persona hermosa”, terminó entre lágrimas.

Los dos sobrevivientes fueron entregados a las autoridades estadounidenses en el puente fronterizo 2 de Matamoros. Ambos reportaron heridas y fueron trasladados a un hospital en Brownsville para ser atendidos. El pasado jueves Erick Williams se sometió a una cirugía, en donde le pusieron varillas en ambas piernas tras ser baleado.

En cuanto a los asesinados, los cuerpos de Sheid Woodard y Zindell Brown fueron entregados a las autoridades estadounidenses el pasado jueves en el Puente Internacional Ignacio Zaragoza.

Con información de Aristegui Noticias