Cuando el cuerpo se acalora muchas veces se nos antoja una cerveza bien fría, razón por la que en esta época del año se suelen encontrar repletos los sitios sociales para consumirla. ¿Te has preguntado por qué vas al baño cuando la consumes en exceso? La respuesta es la misma razón por la que no deberías tomarla para refrescarte de las altas temperaturas.
Aunque se trata de una de las bebidas alcohólicas más populares en México, durante los meses más calientes del año puede causarte un efecto contrario al que deseas porque, además de que no quita la sed –se recomienda tomar agua– también puede interferir con el funcionamiento del organismo.
Hay quienes las prefieren claras por ser más “frescas”, pero no te confíes, porque las cervezas pueden llegar a deshidratarte al perder más líquido del que se ingiere, por lo cual no se recomienda beber más de una en poco tiempo.
¿Qué pasa con tu cuerpo cuando tomas cerveza?
De acuerdo con Miguel Herrero, científico del Instituto de Investigación en Ciencias de la Alimentación, es un error que la cerveza ayude a hidratarte. “No puede ser buena para hidratarnos porque el alcohol tiene un efecto diurético que conlleva una alta deshidratación. Por idéntica razón, la cerveza tampoco ayuda a que el organismo se recupere después de un deporte intenso”, explicó a The Conversation.
Además del sudor, la orina –que entre más alcohol suele volverse más clara– incrementa la pérdida de líquidos. No hay que olvidar que es un vasodilatador; esto quiere decir que provoca una sensación de calor y es por ello que muchas veces puede enrojecer tus mejillas cuando se dilatan los vasos sanguíneos, ya que el calor corporal se dirige a la superficie de la piel.
Otro aspecto a considerar es que inhibe la producción de vasopresina, una hormona del cerebro que tiene la función de regular la retención de líquidos.
Con información de El Financiero
