Durante la primera sesión del Comité de Planeación para el Desarrollo de Chihuahua, celebrada en el patio central del Palacio de Gobierno, Juan Carlos Loera dio muestras de su debilidad.
Aunque su participación como integrante del COPLADE era la de dirigir la sesión, previo al evento, con la mirada hacia abajo, se sentó en la quinta fila, es decir, detrás de todos los invitados importantes, por lo menos, los que interesan a la gobernadora Maru Campos.
Mientras los ahí presentes conversaban y compartían entre sí, el súper delegado del Bienestar, sólo platicaba con uno de sus conocidos, y se le notaba incomodo, con ganas de terminar e irse de ahí, pues era evidente que ha perdido la poca influencia que tenía.
En cada COPLADE, en cada Mesa de Seguridad y a todo lugar en donde hay eventos entre Federación y Estado, se le restriega en la cara que Maru Campos le ganó la elección a la limpia y por mucho, lo que deja ver también que Chihuahua sigue siendo un bastión para poner freno al avance de Morena.
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Nadie sabe qué fue lo que pasó al final de la sesión, pero se pudo ver a Maru Campos muy inquieta y angustiada entre algunos miembros de su gabinete.
Dicen los presentes, que fue evidente cuando Maru Campos se acercó a sus dos asesores principales, Mario Vázquez Robles y Luis Serrato Castell, a quienes les estuvo pidiendo algunos consejos.
La intriga continúa, pues hasta el momento no se sabe el tema que abordaron, los que saben, dicen que le estaban alertando sobre una amenaza de motín en el Cereso de Aquiles Serdán, lo que al final resultó ser sólo una típica amenaza de broma que no puso en riesgo absolutamente nada.
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Increíble lo que hicieron las autoridades federales previo a la audiencia de Erick, el joven de 17 años que apuñaló 47 veces a su novia de la misma edad.
Mientras Mya Naomi llegaba acompañada de sus familiares a los juzgados federales para participar en la audiencia inicial de su atacante, el joven delincuente llegaba en una camioneta blindada, escoltado y bien resguardado.
Los que no conocían el tema, pensarían que se trataba de la víctima a quien iban protegiendo, pero no, era el victimario que, desde ya, está recibiendo tratos privilegiados y especiales, a pesar de que su intento de feminicidio ha sido repudiado por toda la sociedad chihuahuense.
Una vez más se revictimiza a una mujer que sufrido un ataque despiadado por parte de un agresor producto del machismo que caracteriza a esta sociedad chihuahuense, y peor aún, lo hace con el apoyo de las autoridades.
