Adiós a la carnita asada: si perteneces a alguno de estos grupos, deberías evitarla

“No vives de ensalada, no vives de ensalada”, cantan en uno de los capítulos de la popular serie de Los Simpson, lo cual se ha convertido en un himno para los carnívoros, amantes de las costillitas, cortes, tacos de pastor, suadero y todo ese universo de sabor, ¿pero en verdad es recomendable para todos comer carne?

Para disminuir el impacto al medio ambiente o por cuestiones de salud, hay personas alrededor del mundo que han sacado a este jugoso ingrediente de su alimentación.

¿Quiénes no deben comer carne roja?

La carne roja es aquella que proviene de los músculos de los mamíferos como buey, ternera, cerdo, cordero, caballo y cabra. Según explica el médico Mike Bohl en el sitio especializado Eat this not that, al comer carne roja el cuerpo descompone sus componentes para funciones como construir músculo y producir sangre, pero esto no pasa así para todas las personas.

La carne roja puede tener un alto contenido de grasas saturadas y su consumo habitual se ha relacionado con:

  • Colesterol alto
  • Enfermedades cardiovasculares
  • Cáncer, en particular de colon
  • Riesgo de obesidad
  • Hipertensión arterial

Casi todo alimento puede ser parte de una dieta saludable, en ciertas cantidades. Los especialistas recomiendan que el consumo de carne roja sea solo sea ocasional, una o dos porciones por semana; sin embargo, su consumo está contraindicado para ciertos grupos.

Problemas intestinales

Según explica Bohl, la carne roja dificulta la digestión, tiene una alta cantidad de proteínas y grasas que tardan demasiado en salir del estómago, por lo cual comer carne roja puede afectar más a las personas que tienen un estómago sensible, con problemas gastrointestinales.

Una señal de que algo anda mal al comer carne roja es sentir hinchazón y malestar, debido al exceso de toxinas en el tubo digestivo, agrega Geelong Medical Group.

Por ello, en este caso lo ideal es moderar el consumo de este ingrediente.

Personas con diabetes

Por su alto contenido de grasas saturadas, es posible que las personas que consumen carne roja acumulen más colesterol malo en la sangre y suba su presión arterial.

La especialista Cedrina Calder agrega en Eat this not that que las personas con diabetes tienen un riesgo mayor de enfermedades de corazón, por lo cual evitar la carne roja ayudaría a prevenir que aumenten sus probabilidades.

De acuerdo con la Asociación Americana de Diabetes, la ingesta de grasas totales recomendada para quienes tienen esta enfermedad crónica es de no más de 20 gramos, hay que tener en cuenta que un filete de 226 gramos ya tiene 19 gramos de grasas saturadas.

Alergia a la carne roja

Sí, ser alérgico a la carne roja es posible. Este es el único caso en que su consumo debe eliminarse por completo.

Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) explican que esto se llama síndrome de alfa-gal, es una reacción alérgica “grave y potencialmente mortal” que aparece luego de consumir carnes rojas o productos que fueron expuestos a la molécula alfa-gal, la cual se encuentra en la mayoría de los mamíferos e incluso en algunos derivados como las gelatinas.

Los síntomas incluyen:

  • Ronchas
  • Sarpullido que causa picazón
  • Náuseas o vómitos
  • Acidez estomacal o indigestión
  • Diarrea
  • Tos
  • Dificultad para respirar
  • Baja presión arterial
  • Hinchazón de los labios, la garganta, la lengua o los párpados
  • Mareos o desmayos
  • Dolor de estómago

“La mayoría de los proveedores de atención médica les recomiendan a los pacientes con síndrome de alfa-gal que dejen de comer carne de mamíferos (como res, cerdo, cordero, venado, conejo)”, explica la CDC.

Personas con antecedentes de cáncer de colon

Cedrina Calder comenta que quienes tienen un historial médico familiar donde se ha padecido cáncer de colon deberían evitar la carne roja.

En 2015 la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer (IARC) la clasificó en la categoría 2A: probablemente carcinogénica para el ser humano. Sus compuestos han sido asociados especialmente con la probabilidad del cáncer de colon.

Harvard Health señala que quienes consumen 140 gramos o más de carne roja todos los días tienen más riesgo de cáncer de colon: aumenta su probabilidad un 28 por ciento.

Beneficios de reducir el consumo de carne

Según Mayo Clinic, “reducir el consumo de carne ya ejerce un efecto protector” y tiene varios beneficios para la salud:

  • Menos riesgo de morir de enfermedad cardiaca, accidente cerebrovascular o diabetes.
  • Menos consumo de calorías y grasa.
  • No comer frutos secos, semillas, mariscos, frutas y verduras aumenta el riesgo de muerte. Estos alimentos tienen un alto contenido de fibra, vitaminas y otros nutrientes.

Con información de El Financiero