La captura de Ovidio Guzmán “El Ratón” y la muerte de Ernesto Piñón “El Neto”, convirtió a Culiacán y a Ciudad Juárez en zonas de guerra, y aunque es un fuerte golpe al Cártel de Sinaloa, ha dejado en la incertidumbre a la población civil, pues ahora se esperan embaste por parte de los grupos criminales, y son las autoridades quienes deben velar por el bien de la gente.
En Sinaloa hay esperanza de que el asunto pueda negociarse muy pronto, pues es de todos conocido que el presidente López Obrador tiene una excelente y cercana relación con la familia de Joaquín “El Chapo” Guzmán, y seguramente ya se les explicará que la recaptura era inevitable para poder enfriar la plaza frente a los ojos del presidente Joe Binden.
Por cierto, resulta sospechoso que esa captura se dé dentro del marco de la visita fronteriza del presidente gabacho, y de la cumbre del lunes entre Biden, Trudeau y AMLO.
Por otra parte, en el caso de Chihuahua la preocupación existe porque la gente ya no confía en sus gobernantes ni en sus corporaciones, pues desde César D. J. son las mafias de la droga las que controlan a las diferentes policías, peor aún, más vulnerables cuando los uniformados tienen varios frentes de batalla abiertos, en los que ni el Ejército ni la Guardia Nacional les ha podido ayudar de manera significativa.
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Quien reapareció en público fue la gobernadora Maru Campos, y aunque ha estado muy activa en redes sociales -por obvias razones-, agendó dos eventos públicos, pero claro, lejecitos de la guerra y de lo que se le podría considerar como la línea de fuego, es decir, Ciudad Juárez.
Maru Campos asistió a un evento insignificante en Cuauhtémoc y otro peor en Madera, de esos que normalmente son encabezados por los presidentes municipales y los “achichincles” de la gobernadora.
Desde allá, envió un mensaje a los chihuahuenses asegurándoles que lo ocurrido en el Cereso de Ciudad Juárez no va a quedar impune; el mensaje se contextualizó de manera muy hábil para Cuauhtémoc, lo que le dio la pauta para que pudiera hacerlo extensivo a todo el estado, sin embargo, las palabras de hoy no tienen el mismo peso de ayer y de poco ha servido su intención de calmar a la gente.
Hoy se celebra la caída del Neto y la captura de Isaac Jesús Rojas, pero la gente no olvida que faltan otros 28 reos fugitivos y que, a más de 7 meses del asesinato de los jesuitas, El Chueco sigue libre y liderando a sus muchachos para seguir generando violencia en la región.
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Nadie sabe quién le pudo haber dejado el ojo morado a Mario Vázquez Robles, y es que, literalmente, el coordinador de los diputados del PAN, anda con lentes oscuros por un fuerte golpe que tiene en uno de sus ojos.
Muchos dicen entre bromas que pudo haber sido por causa de su pareja sentimental.
A don Mario Vázquez, le debe dar vergüenza que se enteren de su golpe que le puso el ojo negro e inflamado, pues sea cual sea el motivo, lo pone en al frente de un escenario en donde queda mal parado.
Y más ahora, que tiene que salir a cada rato a dar la cara para defender a la gobernadora.
