Informalidad laboral agudiza la falta de acceso a la vivienda económica

  • Entre 30 y 50% de la demanda habitacional en México corresponde al segmento social, el cual ha sido uno de los más rezagados en producción

Los factores mencionados se entrelazan con la falta de oferta en el parque habitacional. Según datos de la firma de análisis inmobiliario Perfilan, se observa que la demanda de inmuebles de menos de 600,000 pesos tiene una permanencia en el mercado, en promedio, de seis meses. Tan solo en la Ciudad de México, hay una demanda insatisfecha de 50,000 unidades al año.

En este sentido, Juan Huicochea, arquitecto responsable de la primera investigación en tecnología inmobiliaria en Latinoamérica del MIT CRE, destacó que entre 30 y 50% de la demanda de vivienda corresponde al segmento social, un sector que no está bien atendido y se ha quedado aislado.

Precio de la vivienda vs ingresos de las familias

De acuerdo con el especialista, existen tres problemas en el país que agudizan la falta de acceso a un hogar: la informalidad, la centralización de la demanda y políticas locales que se enfocan solo en la oferta.

“La población creció, pero el producto no se ajusta a lo que la gente está buscando y la política se ha quedado corta para resolver ese hueco. Tenemos un tema serio. En México, cerca de 60% de la población trabaja en la informalidad”, comentó Juan Huicochea.

El estatus laboral de la población que se encuentra en la informalidad también impacta en el aspecto crediticio, pues se disminuyen sus posibilidades de ser candidatos a un crédito hipotecario que les permita adquirir una casa.

“Además, el promedio de los ingresos de las familias es de 7,000 pesos, mientras que el precio promedio de la vivienda es de 1 millón 350,000 pesos a nivel nacional y de 3 millones de pesos en la Ciudad de México; lo que se aleja del objetivo que marca la ONU de que el precio de las hipotecas o del alquiler de vivienda no sobrepase 30% del ingreso de las familias, en algunos casos esto alcanza hasta un 60%”, subrayó.

Ante este panorama, el investigador del MIT mencionó que es importante echar mano de políticas públicas coordinadas y de la tecnología para cerrar la brecha de acceso a la vivienda en México.