IMSS: Tras cirugía, logran que paciente con Parkinson recupere 75% de funcionalidad

Fotografía tomada de El Imparcial

Esta cirugía fue la primera de su tipo en el noreste del país, en el marco del 42 aniversario de la UMAE No. 25, ubicada en Monterrey.

MÉXICO.- En Monterrey, un grupo de expertos multidisciplinarios integrados por neuropsicología, psiquiatría, neurología y neurocirugía, de la Unidad Médica de Alta Especialidad (UMAE) Hospital de Especialidades No. 25, en Nuevo León, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), llevaron a cabo el implante de un neurotransmisor cerebral con un costo de un millón de pesos, a un hombre de 69 años, conocido como Don Carlos.

Con dicho implante, el paciente logró recuperar el 75% de su función motora que había sido afectada por el Párkinson.

Previamente a la operación, don Carlos apenas contaba con el 15% de funcionalidad, lo cual afectaba su movilidad, lenguaje, además de padecer un estado de ánimo ansioso y depresivo, debido a que no podía sostener si quiera una taza de café.

Luego del implante, su funcionalidad aumentó al 90%, lo cual le permitió levantarse sin dificultad, poder caminar con su esposa, además de poder jugar con sus nietos.

Esta cirugía fue la primera de su tipo en el noreste del país, en el marco del 42 aniversario de la UMAE No. 25, ubicada en Monterrey; y fue necesaria, ya que el paciente tenía una capacidad de movimiento limitada por la disminución de respuesta al medicamento.

Así fue el proceso de la operación

El jefe de Servicio de Neurocirugía en la UMAE No. 25, José Remedios Cortés Cárdenas, estuvo a cargo de la cirugía y comentó que la colocación del neuroestimulador en esta unidad médica se estrenó con don Carlos, en un proceso quirúrgico que se prolongó por 10 horas.

Explicó que la cirugía se realizó en dos partes: primero, con el paciente despierto, se colocó un marco de estereotaxia (dispositivo metálico) en torno al cráneo para identificar las coordenadas específicas del cerebro y establecer con precisión el sitio donde se implantaría el neuroestimulador.

Y mediante una perforación en el cráneo y con el paciente aún despierto, se introdujeron en el cerebro los cables del dispositivo (electrodos) que emiten suaves estímulos eléctricos sincronizados, capaces de lograr una respuesta neurológica que mejora la capacidad motora.

“Con el paciente despierto, es momento de hacer los ajustes necesarios hasta que los neuroestimuladores queden exactamente en el punto preciso del cerebro para tener la mejor respuesta neurológica”, mencionó Cortés Cárdenas.

Una vez colocado el electrodo del neuroestimulador en el punto exacto, se anestesió al paciente para hacerle una cirugía tipo túnel subcutáneo del cráneo al pecho, con el fin de instalar la batería del dispositivo, en la zona subcutánea de la región pectoral.

Terminada la intervención quirúrgica, la batería se conecta mediante WiFi a una tableta electrónica para verificar la funcionalidad del neurestimulador colocado en el cerebro del paciente. La batería recargable tiene una duración de 15 años.

El paciente se dio de alta con la pila apagada, dado que había que esperar a que pasara un mes para que cediera a inflamación y, entonces, poder encender el dispositivo, programar la intensidad y la frecuencia de los impulsos del neuroestimulador que ofrecería mejor calidad de vida, precisó el neurocirujano.

Cabe resaltar que la UMAE No. 25 tiene un área de cobertura de nueve millones de derechohabientes de Nuevo León, Coahuila, Tamaulipas y San Luis Potosí. Cuenta con 42 especialidades médicas y quirúrgicas, y 10 subespecialidades médicas en Pediatría. Registra la mayor actividad de cirugías en el manejo de tumores cerebrales y patología neurovascular de alta complejidad en pacientes pediátricos y adultos del noreste del país.