Advierten expertos que Río Colorado podría quedarse sin agua en poco tiempo

Fotografía tomada de El Imparcial

El río Colorado podría quedar sin agua en los próximos años debido a las extracciones del líquido para suministrar siete estados.

SALT LAKE CITY, Utah.- En poco tiempo las turbinas hidroeléctricas del río Colorado podrían dejar de funcionar, ocasionando que Las Vegas y Phoenix se vean obligadas a restringir el uso del agua, provocando que los agricultores suspendan algunas de sus cosechas y donde ahora se cultiva lechuga y melón sea solo polvo.

Esto podría ocurrir si los estados, ciudades y granjas del Oeste de Estados Unidos no buscan soluciones a cómo reducir la cantidad de agua que sacan del río Colorado

Durante años siete estados dependen del río y han permitido que se extraiga más agua de la que puede reponerse, y si bien todo el mundo admite que se avecina una crisis, esta semana los estados dejaron pasar un plazo para proponer las fuertes reducciones en el consumo de agua que el gobierno federal señala son necesarias. Y nuevamente, el gobierno se abstuvo de tomar medidas firmes e imponer cortes por su cuenta, como había amenazado con hacer.

Aunque cualquier acción unilateral de las autoridades federales, seguramente hubiera generado acciones legales y demorado más todavía cualquier medida.

Río Colorado proporciona agua tanto a Estados Unidos como México

El río, que nace en las montañas Rocosas y recorre los desiertos del Sudoeste del país, calma la sed de unas 40 millones de personas en Estados Unidos y México, mientras cuenta con una actividad agrícola que genera 15 mil millones de dólares.

Sin embargo, desde hace un siglo, los acuerdos sobre cómo repartir el agua del río se han basado en estimados equivocados sobre cuánta agua hay disponible. Ahora que el cambio climático aumenta las temperaturas y la resequedad de la región, es imposible ignorar esa discrepancia. El nivel de las aguas del Powell y el Mead, los dos embalses más grandes que guardan agua del Colorado, ha bajado mucho más rápido de lo que se pensaba y esto podría comprometer la producción hidroeléctrica y la cantidad de agua que reciben las ciudades y el campo.

Si bien todos los involucrados reconocen que hay mucho en juego, los estados y el gobierno nacional no logran ponerse de acuerdo en torno a qué medidas tomar.

Aseguran que hay que tomar acciones pronto

La gente “esperaba que no llegase a este día”, declaró Felicia Marcus, quien estuvo al frente del departamento que maneja el agua en California, estado que tiene más derechos al agua del Colorado.

“Pero creo que ya no podemos esperar que la madre naturaleza nos ayude el año que viene. Llegó la hora de tomar las decisiones tan difíciles” que se han venido postergando, manifestó.

Por su parte, Arizona, Colorado, Nevada, Nuevo México, Utah, Wyoming y México también tienen mucha dependencia al agua del río.

Por años, las autoridades han emitido alertas acerca del río, pero han dicho al mismo tiempo que no habría un colapso del sistema. Insistieron en ese mensaje esta semana, en que los estados dejaron pasar el plazo fijado por el gobierno para proponer recortes de entre el 15% y el 30% en el consumo de agua del río.

Al vencer el plazo el martes, las autoridades expresaron confianza en que pronto los estados llegarán a un acuerdo si se les da más tiempo.

Gobierno está listo para tomar medidas, aseguran

Durante una visita a California al día siguiente, la directora de la agencia federal de manejo del agua (Bureau of Reclamation) Camille Touton evitó hablar de lo que puede suceder ahora y no dio detalles acerca de las medidas que tomaría el gobierno ni de cuándo lo haría.

Afirmó que el gobierno “está listo para tomar medidas por nuestra cuenta”, pero “seguirá hablando con todos acerca del proceso a seguir”.

No todos están satisfechos con esa postura.

“Les pido que por lo menos informen con claridad lo que piensan hacer”, dijo al director de la Autoridad del Agua del sur de Nevada, John Entsminger.

No cortarán flujo del agua de manera inmediata

Entsminger y sus colegas de Arizona, Utah y California, así como funcionarios municipales de Phoenix, repitieron lo que ya es una frase hecha: Que están muy preocupados por el futuro del río, pero quieren asegurarle a la gente que no se frenará su flujo en lo inmediato.

“No hay que pensar que se va a cortar el flujo de agua por días, semanas o meses. Pero está claro que todo el sistema del río experimenta algo que nunca se había dado”, dijo Wade Crowfoot, secretaria de recursos naturales de California.

Lo que se sabe es que decidir cómo y dónde restringir el uso del agua no será fácil. Debido a esto las facturas del agua podrían aumentar al tratar de explotarse otros recursos y de adoptar tecnologías como el reciclado de aguas residuales.

En algunos sitios las autoridades ya dispusieron limitar el regado de los jardines y pagan a los agricultores para que no planten nada.

Retos que enfrentar 

La situación del río genera tensiones entre los estados de las Rocosas y sus vecinos río abajo acerca de quién debe hacer más sacrificios. También enfrenta a las ciudades y el campo. Los agricultores son quienes más agua consumen, pero tienen menos espacio de maniobra que las ciudades, que pueden reciclar más fácilmente el agua o explotar otros recursos.

Los estados más al Norte (Utah, Colorado, Nuevo México y Wyoming) dicen que no deberían sufrir recortes porque históricamente han usado menos agua de la que se les asignó en el último siglo.

Expertos y activistas exponen que los estados y el gobierno nacional envían mensajes cruzados al hablar de la gravedad de la situación y no hacer nada.

James Eklund, ex director de la Comisión del Alto Colorado, informó que los burócratas creen que se pueden demorar las medidas para enfrentar la situación, sin darse cuenta de que “si no se hace nada, nos encaminamos a un precipicio”.

Con información de El Imparcial.