Mientras la gobernadora María Eugenia Campos, goza de un gran paseo patrocinado por el dinero de los chihuahuenses por Francia e Inglaterra, el estado se pone cada vez peor en materia de seguridad, pues se están viendo cosas que hace años se habían dejado de ver.
Las masacres y los descuartizados, así como las balaceras en lugares concurridos con víctimas circunstanciales, dejaron de ser cosas del pasado y han vuelto a nuestras vidas; esto se pudo constatar con el sujeto descuartizado que abandonaron este lunes en calles de Guachochi.
Se rumora que el fiscal general Roberto Fierro Duarte, podría ser destituido de su cargo en un futuro muy muy muy próximo, sin embargo, es sólo un rumor, porque con la gobernadora ausente en todo momento, difícilmente se le ven ganas de tomar cartas en el asunto.
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El hecho de que el Gobierno Federal haya dado primero con la captura del narco de narcos, Rafael Caro Quintero, antes de que en Chihuahua se pueda localizar a “El Chueco”, hace que cada vez tome más fuerza la versión de que los cuerpos de los jesuitas y el guía, fueron entregados por los victimarios y no localizados gracias a los operativos.
Incluso, a estas alturas del partido, la Fiscalía General del Estado y la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, ya se plantean la posibilidad de que “El Chueco” se les peló a los Estados Unidos, en donde va a ser casi imposible detenerlo.
Lo que sí, es que los operativo de búsqueda de ese líder criminal, ha comenzado a destapar la cloaca de la impunidad con que se mueven los jefes de las células criminales en toda la zona serrana, con la complicidad de las policías municipales y algún que otro estatal y soldado corrupto y vendido.
Por eso, ya se anunció que se hará una limpia, y en municipios como Urique, Galeana, Bocoyna, Madera, Ignacio Zaragoza, Guadalupe, entre otros, se estarán aplicando los exámenes de confianza, porque apenas se van dando cuenta que las policías municipales están conformadas por los familiares de los líderes criminales…
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La disputa interna por la dirigencia estatal de Morena, se está poniendo buena, y es que Juan Carlos Loera no quiere dejar que cualquiera llegue a la silla y está haciendo todo lo posible por evitar que sean perfiles como el de Hugo González, quienes puedan tomar el mando.
Para eso está utilizando recursos federales, pues defenderá a toda costa lo que considera que ya es hora de que le toqué a su equipo, se enfrenta al aparato que ha conformado Cruz Pérez Cuéllar, y quiere impulsar a Omar Holguín, pero también al señor Osmar…
La dirigencia es clave para impulsar al grupo que llevará al poder en el 2027, porque sin duda con el candidato que pongan, ganarán la gubernatura. Maru se está encargando de eso, con su pésimo gobierno. La contienda aún está verde, y habrá que esperar la selección de los consejeros y la depuración y organización del padrón, que, pese a los esfuerzos, sigue en el limbo.
