*Maru ataca a Bonilla *Sin polis *Marcelo y Pavel

La gobernadora Maru Campos se fue con todo contra el alcalde Marco Bonilla, y es que en un intento de quitarse la culpa de toda la violencia que se ha disparado en el estado, y que ella y su gabinete de seguridad no han podido detener, le echó la barra a Bonilla, diciendo que era muy lamentable que se le haya salido de control la seguridad de la ciudad, aún y cuando según ella, mientras fue alcaldesa, todo estaba de maravilla.

Esta es una muestra evidente del rompimiento entre los dos amigos Maru y Bonilla, sin embargo, el mensaje de la gobernadora es cada vez menos creíble, pues cuando ocurrió lo del Deny’s, culpó a la federación, cuando fue lo de los sacerdotes jesuitas, culpó a Javier Corral, y ahora que no tiene salida, le avienta la pelota a la policía preventiva de Marco Bonilla, pero lo hace también para desacreditarlo y con eso ir abriéndole el camino a la diputada Georgina Bujanda, pues ya pactó Maru con ella para que sea alcaldesa en el 2024, quitándole a Bonilla la reelección. Prácticamente la inseguridad es el pretexto perfecto, le cayó como anillo al dedo.

Desde luego que la respuesta del alcalde no se hizo esperar, y claramente molesto, pero evitando la confrontación, pidió a su amiga Maru Campos que le eche la mano y no descuide a Chihuahua capital, y es que ahora ya sacó la SSPE de aquí y la mandó para Juárez, y desplegó gran cantidad de uniformados a la zona serrana, dejando a la capital sin un muro de contención ante el efecto cucaracha, pero súmele a esto, que Gilberto Loya y Maru Campos se llevaron poco más de 100 elementos municipales a las filas de la policía estatal…

Marco Bonilla no se fue sin antes dejar claro que su policía es preventiva, y que los temas de seguridad, como lo relacionado con el narcotráfico, el sicariato y demás, son cosas que compete a la Federación y en una segunda instancia al Estado, o sea, que ante el golpe bajo que recibió por parte de Maru, éste no dudo en suavizarle el paquete a la señora, repartiéndole las responsabilidades con el presidente AMLO. Pero además en días pasados los policías municipales detuvieron a unos jóvenes sicarios, los presentaron a Fiscalía y estos los dejaron libres al siguiente día, y todo para que fueran a participar en una balacera, comprobando que eran los mismos…entonces, quién no hace su trabajo? está claro que el estado es el corrompido.

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Y cómo no va a estar fallando la estrategia de seguridad, si no se pueden poner de acuerdo en algo tan común en Chihuahua como el asunto de los municipios sin policías municipales.
Son 12 los municipios que no tienen agentes, unos porque renunciaron por miedo, otros porque la Sedena los desarmó porque sus alcaldes nunca les regularizaron la situación legal de las armas, -por ignorantes-, y otros porque les desmantelaron las corporaciones por corruptos y estar al servicio de los grupos criminales.

Mientras Maru Campos, afirma que el tema ya se le turnó a Gilberto Loya para que resuelva, el secretario César Jáuregui, afirma que aún se analiza la bronca, y que se buscará el diálogo con los alcaldes de esos municipios en desgracia; por otro lado, el fiscal Roberto Fierro, dice que nimodo, que entre Estado y Federación deberán asumir la seguridad de esos lugares, y el secretario Gilberto Loya, asegura que no es bronca de ellos, que su corporación colabora con patrullajes, que da rondines junto a la Guardia Nacional, pero que los presidentes municipales tienen la obligación de crear sus nuevas corporaciones.

Haciendo a un lado toda esa descoordinación, lo grave del asunto es que ni la Fiscalía General del Estado, ni la Secretaría de Seguridad Pública Estatal, tienen elementos suficientes para realizar su chamba, mucho menos para andar haciendo el jale de otros.

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A quien se le vio rondando cerca del Palacio de Gobierno, fue nada más y nada menos que a Marcelo González Tachiquín, quien pasó por la calle Libertad muy pegadito a la sombra que hace el recinto que un tiempo fue donde se la pasaba junto a su patrón, el hoy preso, César D. J.

Tachiquín, volteó con aire absorto, y siguió su marcha, no sin antes, acercarse a Pavel Aguilar, para casi darle un beso del gusto que le da verlo, no porque sean inseparables, sino porque respira libre, al ver en el Palacio de Gobierno a gente ajena a Javier Corral, quien le hizo la vida imposible, al grado de llevarlo al hotel 5 estrellas de Aquiles Serdán.

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